Expertos de la ONU consideraron hoy «alarmante e inaceptable» el abandono de ancianos, a veces después de fallecer, en residencias y otros centros durante la actual pandemia de COVID-19, por lo que pidieron que en la actual emergencia sanitaria no se discrimine a nadie en razón de su edad.
«La sociedad tiene el deber de solidarizarse y proteger mejor a las personas ancianas, que están sufriendo la peor parte de la pandemia», señaló la experta de la ONU para los derechos de los mayores, la chilena Rosa Kornfeld-Matte, en un comunicado suscrito por medio centenar de otros observadores de Naciones Unidas.
Kornfeld-Matte también criticó que en países con sistemas sanitarios saturados debido a la alta incidencia de contagios se estén adaptando procedimientos de triaje en los que a la hora de elegir quién es tratado en una unidad de cuidados intensivos se escoge con frecuencia a las personas más jóvenes.
«Me preocupa que al decidir cómo se distribuyen recursos médicos escasos se recurra simplemente a la edad, negando a personas mayores el derecho a la salud y a la vida que también poseen», aseguró.
Los triajes, subrayó, «deben hacerse sobre la base de las necesidades médicas y de las mejores evidencias científicas que se tengan, no de criterios como la edad o la discapacidad».
La experta chilena afirmó que el distanciamiento social que en muchos países se ha recomendado para frenar la expansión del coronavirus «no debe convertirse en exclusión social» de los más mayores, a los que se debe facilitar medios para poder seguir en contacto con familiares y amigos, por ejemplo a través de internet.
En similares términos se manifestó hoy el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, quien consideró «absolutamente criminal» abandonar a personas mayores en las actuales circunstancias.
«Las personas mayores tienen exactamente los mismos derechos que los demás, pero son un grupo muy vulnerable. Es muy importante prestarles atención, en particular en el caso de las personas que viven solas, tienen alguna enfermedad o discapacidad, o sufren alzheimer», destacó el portavoz en rueda de prensa.
Colville también respondía a polémicas declaraciones de políticos y medios de comunicación de diversos países que recientemente han asegurado que sus sociedades se encuentran ante la dicotomía de elegir entre proteger a sus ancianos o a sus economías. EFE