La responsabilidad de un padre va más allá de proveer lo necesario a sus hijos, tiene que ver con el amor y con prepararlos para la vida, pero hay algo que marcará el futuro de las nuevas generaciones y eso es el ejemplo. Las historias que veremos a continuación hablan de esa necesidad de demostrar con hechos aquello que queremos enseñarles a los más pequeños. Tres padres, apasionados por el deporte y por su familia nos cuentan por qué nunca es tarde.