Tokio registró 3.177 casos nuevos de coronavirus el miércoles, superando los 3.000 por primera vez cuando ya están en marcha los Juegos Olímpicos. Los expertos dicen que el nuevo brote es impulsado por la agresiva variante delta del virus y no hay indicios de que los participantes de los Juegos hayan transmitido el mal a la población.
Las cifras son más bajas que las de muchos países, pero la campaña de vacunación comenzó con mucho retraso y existe el temor de que los nuevos casos superen la capacidad de los hospitales.
La capital de Japón ha tenido 206.745 casos desde que comenzó la pandemia a inicios del año pasado.
Desde el 12 de julio rige el cuarto estado de emergencia. Los Juegos Olímpicos comenzaron el viernes pasado a pesar de la oposición generalizada de la población ante el temor de que agraven el brote.
En todo el país se reportaron 7.630 casos el martes para un total de 882.823.
El promedio móvil de casos es de 3,57 por 100.000 habitantes, comparado con 17,3 en Estados Unidos, 53,1 en Gran Bretaña y 2,76 en India, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
El ministro de vacunas, Taro Kono, dijo a The Associated Press que no existen indicios de transmisión del virus de los participantes en los Juegos Olímpicos a la población.
“No creo que haya habido casos relacionados con los Juegos Olímpicos. Así que eso no nos preocupa”, dijo.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, exhortó el miércoles a los jóvenes a cooperar con las medidas para disminuir el elevado número de contagios de COVID-19 y vacunarse, diciéndoles que sus actividades son cruciales para que el brote pierda fuerza durante los Juegos Olímpicos.
Koike observó que la gran mayoría de los ancianos han sido vacunados totalmente y que los contagios entre ellos han disminuido en gran medida, mientras que los nuevos casos se están dando en los jóvenes, la mayoría de ellos no inoculados.
“Las actividades de los jóvenes son cruciales (para disminuir las infecciones), y necesitamos su cooperación”, afirmó Koike. “Por favor asegúrense de evitar las salidas que no sean esenciales y cumplan las medidas básicas contra los contagios. Me gustaría que los jóvenes se vacunen”.
Hasta el martes, el 25,5% de la población japonesa ya había sido totalmente vacunada. El porcentaje de adultos mayores que ya están completamente inoculados es de 68,2%, o 36 millones de personas.
Las posibilidades de vacunación para la población joven han mejorado y algunos pueden recibir la inyección organizados por lugares de trabajo y escuelas, mientras que otros siguen esperando con base en la edad. Pero también hay preocupación respecto a la indecisión de los jóvenes, y los sondeos muestran que muchos de ellos tienen dudas, en parte debido a rumores falsos sobre los efectos secundarios.
La población joven ha sido criticada por merodear áreas del centro de la capital japonesa después de las horas de cierre requeridas para restaurantes y tiendas y propagar el virus. Tokio se encuentra bajo su cuarto estado de emergencia, que se mantendrá durante los Juegos Olímpicos, pero sus autoridades se enfocan principalmente en prohibir que los negocios sirvan bebidas alcohólicas y en que reduzcan sus horarios de atención. Las medidas para los habitantes son solamente peticiones y cada vez son más ignoradas.
El primer ministro Yoshihide Suga también ha instado a evitar salidas no esenciales pero subrayó que no había necesidad de considerar la suspensión de los Juegos Olímpicos, que se llevan a cabo sin aficionados en las sedes de Tokio y de tres prefecturas circunvecinas —Chiba, Kanagawa y Saitama.
Los gobernadores de esas tres áreas, alarmados por el aumento de contagios en Tokio, dijeron el miércoles que planean pedir en conjunto a Suga que establezca un estado de emergencia para sus prefecturas.