Un nuevo caso de violencia policial sacude a Francia

La Policía de Francia volvió este jueves a estar en el punto de mira después de que se hicieran públicas imágenes de una violenta actuación contra un productor de música al que controlaron por no llevar mascarilla.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de noviembre por la tarde en Francia. Michel, productor de Black Gold Studios, se cruzó con un coche policial de camino a su estudio parisino y entró rápido en él para evitar ser multado porque no iba cubierto.

Las imágenes de las cámaras de videovigilancia de su local y otras tomadas por algunos vecinos con sus móviles muestran como tres agentes entran en su estudio e intentan hacerle salir de forma violenta, propinándole golpes con la porra y con las manos.

El productor, al que también le lanzaron insultos racistas por ser negro, acabó con hematomas por todo el cuerpo. Tuvo que recibir dos puntos de sutura en la cabeza.

«Pasó tan rápido que me pregunté incluso si eran policías de verdad. Uno de ellos iba de civil», dijo a la plataforma digital Loopsider.

Michel pidió ayuda a algunos de sus artistas, que estaban en el piso de abajo trabajando y consiguieron liberarlo de los agentes y cerrar la puerta. Aunque estos últimos la forzaron después y tiraron una granada lacrimógena en el interior.

Detención

El productor acabó detenido durante 48 horas acusado de ultraje, rebelión y de haber querido utilizar las armas de los policías. Mientras que los nueve artistas, uno de ellos menor de edad, fueron liberados en comisaría después de un control de identidad.

Policías implicados

El vídeo facilitó que la investigación contra Michel fuera archivada, que la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) haya abierto una investigación interna y que el ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, pidiera este jueves la suspensión temporal de los policías implicados.

Esta última secuencia se suma al violento desalojo este lunes por la noche de un campamento temporal de inmigrantes y demandantes de asilo en una céntrica plaza de la capital de Francia, en el que se vio a los agentes tirar al suelo sin miramientos a quienes dormían en las tiendas de campaña.

Las recientes polémicas coinciden además con la tramitación parlamentaria de una nueva proposición de ley, aprobada ya en primera lectura por la Asamblea Nacional, que sanciona la difusión de imágenes de policías que los pongan en peligro.

«Sin mis imágenes yo estaría ahora en la cárcel y mi familia y amigos pensarían que, tal y como afirman los policías, quise coger sus armas y los golpeé», añadió el productor, que recibió seis días de baja. EFE