El primer brote del coronavirus en Nueva Zelanda en seis meses se ha extendido a siete personas. La primera ministra Jacinda Ardern dijo el miércoles que la cifra previsiblemente seguirá creciendo en vista de que algunas personas contagiadas estuvieron en una iglesia, una escuela, un casino y un hospital.
Ardern dijo que la gente deberá llevar mascarilla en supermercados, gasolineras y farmacias mientras rijan las restricciones.
El martes, el gobierno impuso medidas estrictas durante al menos tres días en todo el país y siete días en Auckland y Coromandel luego de identificar el primer caso.
Ardern dijo que los tests del genoma confirmaron que se trata de la variante delta originada en el foco de Sydney, Australia, aunque no está claro cómo el virus superó los controles en la frontera.
No se detalló tampoco si los casos de Nueva Zelanda fueron reportados en personas vacunadas o no, pero los datos estadísticos de otros países muestran que el 98% de casos graves que provocan que los contagiados lleguen a necesitar cuidados intensivos corresponden a personas que no estaban vacunadas con ninguna de las dosis de la inoculación contra el COVID-19.
Las personas que recibieron una o las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 y se contagiaron con la enfermedad tuvieron cuadros leves e incluso lo superaron sin ni siquiera tener un síntoma y mucho menos complicaciones que los obligaran a ser internados un un hospital.