La ciudad de Nueva York construirá cuatro nuevas prisiones que su alcalde definió como «modernas, más pequeñas y humanas».
Esto, para sustituir a la denostada cárcel de Rikers Island, que alberga a unos 6.000 reclusos y cerrará definitivamente en 2027.
El alcalde Bill de Blasio anunció que el Consejo Municipal ha elegido a seis empresas que diseñarán y construirán los nuevos penales a partir del año próximo o de 2023.
Las prisiones estarán situadas en Manhattan, Brooklyn, Queens y el Bronx, y el presupuesto acordado para su diseño y construcción suma 8.200 millones de dólares.
«La ciudad de Nueva York merece un sistema carcelario más pequeño, más seguro y más justo», dijo De Blasio.
El sucesor de Di Blasio, Eric Adams, definió recientemente la cárcel de Rikers como «una vergüenza nacional que hemos ignorado».
También nombró a un nuevo responsable penintenciario para que «el departamento deje de ser un sistema punitivo de puerta giratoria y pase a ser un sistema de rehabilitación integral».