Noelia confiesa que desde hace 15 años padece una difícil enfermedad

La cantante, actriz y modelo erótica Noelia revela que desde hace 15 años padece una difícil enfermedad.

En sus redes sociales abundan publicaciones subidas de tono en donde posa no solo en lencería, de todo tipo, desde las más clásicas, hasta las más osadas y transparentes.

Pero hoy su público ha conocido otra faceta y es que la puertorriqueña ha roto el silencio y confiesa que desde hace 15 años, padece una difícil enfermedad.

Agradece el apoyo de sus fans

Asegura en su carta al público que en la actualidad la abraza y ha aprendido a convivir con ella, pero no fue fácil. Este padecimiento, según expresó, llegó a ella luego de ser víctima de: “La peor canallada que una mujer puede sufrir”, según sus propias palabras. Lo que la llevó a vivir un estrés, aparentemente severo.

Aquí la confesión de Noelia:

“Hoy hace 15 Años que la vida me puso ante una de las pruebas mas difíciles de mi existencia. Hace 15 años mi corazón caía en mil pedazos, al ver sucumbir mis sueños, mi trabajo, mis esfuerzos y mis ilusiones ante la peor canallada que una mujer puede sufrir”.

“Meses después de tantas lagrimas, tanto stress y tanto sufrimiento y tanto bulling del que fui objeto, mi cuerpo comenzó a pagar el precio del stress y los nervios. Desarrolle con el pasar del tiempo una enfermedad, en ciertas partes de mi piel comenzaron a perder su color”, dijo Noelia.

“Después de consultar con especialistas, muy asustada recibí la noticia de que mi sistema inmunológico, a causa de mi condición extrema de los nervios y tanto stress, había desarrollado una enfermedad que se llama VITILIGO“.

Continúa: “Al ver cómo mi padecimiento crecía, un día tuve -la- oportunidad de compartir con alguien que muy positivamente enfrentaba la vida y le sacaba jugo a cada momento, aún teniendo en frente de su destino cáncer terminal. Dios la tiene en su gloria. ¡Una Guerrera!”.

Añade: “Yo creo que Dios algo hizo en mi porque comprendí que esas manchas en mi piel eran cicatrices de las pruebas y las lecciones que Dios puso para mi”.

“A partir de ese momento supe que mi obligación ante la vida es ser agradecida y feliz con lo que tengo, con las bendiciones que se me han dado y los talentos que Dios me entrego”. “El Vitiligo y yo ahora somos amigos. Hemos aprendido a convivir juntos, una mancha más, una mancha menos, no me hace menos ante los ojos de Dios y el universo”, concluyó.

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