Noboa ordena auditoría a cifras del INEC sobre muertes violentas, desapariciones y tráfico de menores en la era correísta

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, dispuso al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) que se inicie una auditoría interna y la verificación de datos de homicidios, muertes violentas de intención no determinada, tasas de tráfico de menores y desaparición de personas en la era correísta.

«Si no actuamos, somos cómplices. La historia nos está mirando de frente y nos pregunta de qué lado queremos estar». Con esta frase, el Primer Mandatario se pronunció, este viernes 6 de septiembre del 2024, sobre la investigación «que evidencia la posibilidad de una manipulación sistemática de los datos de homicidios durante gobiernos pasados».

Además, Noboa dijo que solicitará a la Fiscalía General del Estado que inicie la investigación que corresponda ante la posibilidad de falsificación de documentos públicos por estas cifras.

También, el Presidente indicó que pedirá que se abra una investigación formal y exhaustiva sobre la gestión de Pablo Aníbal Izquierdo durante su periodo como asesor de salud de la Presidencia entre 2011 y 2013, en el gobierno de Rafael Correa. Pero «con particular atención a posibles irregularidades en políticas de salud pública y manejo de datos«.

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En la carta, difundida en redes sociales este viernes, Noboa recalcó que el objetivo de «desenterrar el pasado» es obtener justicia e invitó a los periodistas de investigación, exfuncionarios y ciudadanos a rendir versión sobre estos hechos.

«Esto no es una cuestión política. Invito a periodistas de investigación de cualquier tendencia, antiguos funcionarios que quieran rendir versión y a la sociedad civil en general a participar en este esfuerzo por la verdad, justicia y reparación para nuestro país», concluyó.

¿Subregistro de muertes violentas, homicidios…?

En la investigación de Arduino Tomasi, de la Universidad de Chicago en la Harris School of Public Policy, se revelaron supuestas inconsistencias en estos datos de estos indicadores en la época correísta, de 2007 a 2018, donde se dijo que Ecuador llegó a ser el segundo país más seguro de la región.

En este periodo la tasa de homicidios reportada disminuí. Sin embargo, la tasa de muertes violentas clasificadas como «de intención indeterminada» creció sin precedentes y sus cifras no tenían estos registros desde 1999.

Tomasi señala que las circunstancias exactas de la muerte de 7 379 ecuatorianos quedaron sin esclarecer, un promedio de 1.7 muertes por día. Asimismo, recalca que, por el momento, no se puede conocer si estos casos fueron producto de asesinatos, sicariatos, suicidios o accidentes de tránsito porque fueron catalogados como indeterminados.

«Sugieren un patrón de subregistro que podría estar ocultando una realidad más perturbadora: un posible esfuerzo gubernamental para encubrir un aumento en los homicidios relacionados con el tráfico de cocaína«, indicó el investigador.

A estas alarmantes cifras de muertes violentas, en su investigación se sumaron otros indicadores preocupantes que resaltan la gravedad de la crisis. Entre ellas, la cifra de trata infantil, que 2011 y 2013, superó un 69.57%.

Pero también, el aumento significativo de las desapariciones con patrones similares a los de países con fuerte presencia de cárteles, como México. Lo que, según el investigador, sugiere que muchos individuos podrían haber sido víctimas de los grupos criminales que operaban con impunidad en este periodo presidencial.

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