En las festividades por Navidad y Año Nuevo en Ecuador, el riesgo que tienen las niñas, niños y adolescentes de sufrir violencia sexual se incrementa. Esto se debe a que este tipo de violencia se produce, principalmente, dentro del ámbito familiar o con personas consideradas de confianza.
La Fundación Idea Dignidad sostiene que al conocer esta realidad se puede estar en alerta y prevenir posibles situaciones de riesgo para niñas, niños y adolescentes
En esta época es común que las familias se trasladen a encontrarse con sus miembros principales, recuerda Myriam Pérez, cofundadora y coordinadora de la Fundación. En ese contexto, explica, es más fácil para un agresor sexual acceder a las niñas, niños y adolescentes de su propio entorno.
Los casos que Idea Dignidad atiende confirman la dinámica de los abusos sexuales, señala Pérez. “El agresor sexual es un familiar o amigo cercano y la agresión se da estando la familia presente. Se ponen a conversar o beber y dejan que los pequeños jueguen aparte. El agresor aprovecha ese descuido. Los padres están preocupados por la comida o las visitas”.
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El papel de la escuela frente a la violencia sexual luego de las fiestas
Después de las festividades de Navidad y Año Nuevo, el papel de la escuela es clave, señala Virginia Gómez de la Torre, directora de la Fundación Desafío. Este es un espacio en el que se podría identificar casos de violencia sexual que los niños y adolescentes sufran en el contexto familiar.
Por ello, la médica y activista por los derechos indica que los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE) deberían activar espacios de diálogo con los estudiantes después de las festividades.
Asimismo sostiene que el Ministerio de Educación debería realizar una campaña para prevenir este tipo de violencia en los hogares. Los mensajes deberían estar direccionados a los padres o cuidadores, con el objetivo de que no dejen solos a los niños durante las reuniones familiares, indica.
¿Cómo actuar?
Para prevenir la violencia sexual, durante las reuniones de Navidad y Año Nuevo no es necesario sobreproteger o exagerar el cuidado hacia los chicos, señala Myriam Pérez. Pero enfatiza en la importancia de que los padres no se olviden de la presencia de sus hijos.
En medio de las actividades propias de las fiestas, Pérez sugiere que se observe qué están haciendo los chicos y el lugar en el que se encuentran. Asimismo, recomienda que estén atentos a su comportamiento.
Por ejemplo, la representa de Idea Dignidad sostiene que cuando los menores ya han sido víctimas de violencia sexual podrían manifestar rechazo hacia su agresor o personas cercanas. Por ello, señala que es importante atender a los cambios de comportamiento y generar confianza en los más pequeños para que no se queden callados en caso de sufrir violencia.
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