Nina Gualinga, lideresa Kichwa y ambientalista, busca justicia en Ecuador

«Los fiscales se han burlado de mi dolor (…). He sentido que no solo he luchado contra el agresor sino también contra el sistema de justicia de este país, que debería protegerme pero que ha estado trabajando en mi contra«, con esta frase Nina Gualinga anunció la instalación de la audiencia preparatoria y evaluatoria de juicio en contra de su agresor.

La diligencia, que se lleva a cabo en Pastaza este viernes 5 de enero del 2024, después de un doloroso e indignante proceso judicial de casi una década. La lideresa de la comunidad Kichwa de Sarayacu denunció en 2015 a su expareja por violencia psicológica y física, pero se enfrentó a procesos truncados y distintas irregularidades en la justicia ecuatoriana.

En rueda de prensa, el 3 de enero, Nina reveló que ha enfrentado maltratos por al menos diez años de su agresor y ocho por parte de la administración de justicia. Con golpes, patadas y amenazas con armas de fuego su expareja la encerró en un terrible círculo de violencia que ella decidió romper en el 2015.

Proceso doloroso, cansado y humillante

En ese año, Nina puso fin a su relación y cinco años después interpuso la segunda denuncia ante la Fiscalía. Sin embargo, con esta diligencia se evidenciaron problemas que ha provocado que el caso pase por más de cuatro fiscales en distintas unidades y en tres años apenas ha avanzado el proceso.

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Además, «en un intento de aprovechar la justicia en su beneficio, el agresor contradenunció a Nina» y alegó también violencia psicológica. En este contexto se pidió la acumulación de causas, pero una fiscal la rechazó y, por ello, se siguen dos procesos en paralelo. De igual manera, la causa se encuentra en al Unidad de Patrimonio Ciudadano, Soluciones Rápidas y Tránsito 2 sin capacidad ni experiencia en violencia de género.

Y con un escenario desalentador, Nina volvió a colocar una denuncia en 2022 porque su expareja se encontraba incumpliendo las medidas de protección dispuestas a su favor en 2020. Según las declaraciones de la ambientalista, el hombre ingresó sin autorización a la casa de la familia Gualinga con actitudes de acoso y violencia física.

Después de cuatro años de la primera denuncia avanzó a la etapa de instrucción fiscal y con ello se logró convocar a la audiencia preparatoria de juicio este viernes.

“Imagínense, yo que soy una persona pública, que hablo español, conozco mis derechos, sigo esperando que el sistema de justicia haga algo. No me puedo imaginar cómo es para las demás mujeres (..) ahora entiendo porque las mujeres siguen muriendo con una boleta de auxilio en la mano (…). Todo el mundo te dice: denuncia, pero nadie te cuenta que cuando denuncias vas a estar sometida a un proceso igual de doloroso, cansado y humillante -que poco o nada te garantiza que haya justicia, peor reparación”, afirmó Nina.

Apoyo de autoridades

Su defensa, Tamara Vaca, hizo un llamado a fiscal general del Estado, Diana Salazar, para que sea veedora de los fiscales de Pastaza y al Consejo de la Judicatura para que sea veedor del juez que va a conocer y revisar esta causa. «Queremos que Nina no sea una estadística más, que se den garantías al debido proceso, porque no queremos más impunidad”, manifestó.

Y este viernes, la ministra de la Mujer y Derechos Humanos, Arianna Tanca, dijo que junto a su equipo se mantendrán alerta del caso de Nina Gualunga. «Le ofrecimos todo el apoyo y contingente necesario dentro de nuestras competencias y exhortamos al Consejo de la Judicatura y la Fiscalía General del Estado para que traten el caso de manera urgente y transparente. ¡Justicia para Nina!», escribió en su cuenta de X.

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