Venezuela recurrió por primera vez en casi 20 años al Fondo Monetario Internacional (FMI) en procura de 5.000 millones de dólares para enfrentar al nuevo coronavirus en medio de una pavorosa crisis económica.
En una carta dirigida a la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, divulgada este martes, el presidente Nicolás Maduro le pidió «una facilidad de financiamiento por 5.000 millones de dólares del fondo de emergencia del Instrumento de Financiamiento Rápido».
Esos fondos, escribió Maduro, «contribuirán significativamente para robustecer» los «sistemas de detección y respuesta» ante la pandemia, que hasta el momento ha causado 33 enfermos en Venezuela, sin fallecidos.
Este auxilio solicitado por Maduro al FMI es el primero que gestiona Venezuela desde 2001.
El organismo ha sido muy cuestionado en dos décadas de gobiernos chavistas y la última visita de una de sus misiones técnicas a Caracas fue en 2004.
Consultado por AFP, el FMI declinó hacer comentarios por el momento.
El fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) amenazó con romper con el ente multilateral en 2007, después de anunciar el pago de deudas pendientes, pero no llegó a dar ese paso.
La economía venezolana está hoy devastada por una crisis política y económica que en seis años ha reducido en dos tercios su PIB.
Venezuela, en cesación de pagos, tiene limitado acceso a financiamiento y está jaqueada por sanciones de Estados Unidos, principal socio del FMI, que considera a Maduro un dictador.
Como si sus males fueran pocos, Venezuela vio empeoradas aún más sus perspectivas debido al desplome de los precios del petróleo registrado desde la pasada semana.
«En este momento crucial y conscientes del alto nivel de contagio de esta enfermedad, seguiremos tomando medidas rápidas y enérgicas» que detengan su avance, dijo Maduro.
«Estamos convencidos (de) que en coordinación permanente con la OMS (Organización Mundial de la Salud)» y con «apoyo entre los países del mundo podremos superar esta difícil situación», escribió el mandatario.
Los venezolanos llevan casi tres años azotados por la hiperinflación y sufren carencias serias en los servicios de electricidad y agua.
En ese marco, la llegada del coronavirus se torna una carga aún más pesada. Especialistas denuncian la falta de instalaciones adecuadas para la atención a los pacientes, así como escasez de tapabocas y remedios.
La economía venezolana se encamina hacia su séptimo año de sostenida recesión. La cuarentena nacional impuesta por Maduro, que obliga al confinamiento de los venezolanos desde este martes, dañará aún más a la pobre actividad económica.
– Cambio radical –
«Para el gobierno, el panorama cambió en 15 días», dijo a la AFP Asdrúbal Oliveros, director de la consultora Ecoanalítica.
El gran problema del gobierno es el flujo de caja, apuntó Oliveros. El derrumbe del crudo le costaría a Venezuela un déficit de 6.000 millones de dólares y «eso es crítico», porque el margen de maniobra de Maduro es mínimo.
«Si a eso les sumamos la crisis del coronavirus, la situación se pone bien compleja», añadió.
A los problemas económicos se suman las turbulencias políticas. La legitimidad de Maduro es desconocida por numerosos países, encabezados por Estados Unidos.
«Veo poco probable» que el FMI acceda, dijo Oliveros. «Va a exigir algunas garantías mínimas, como cierta asistencia técnica, rendición de cuentas, organismos internacionales que manejen los recursos, contralor de la (opositora) Asamblea Nacional», observó.
«La pregunta es si Maduro está dispuesto a aceptar esas condiciones», añadió.
El FMI, en 2018 y 2019, hizo críticas a la opacidad de las cifras proporcionadas por el gobierno venezolano.
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