La naranjilla es tan nuestra que incluso lo dice su nombre.
Seguro en este momento en su despensa hay más de una, es que tenemos la fortuna de poder acceder a ella todo el año.
Es tan versátil que puede darles un toque ácido a unas tentadoras costillas, la frescura a una ensalada o el sello inconfundible a nuestro típico seco de chivo.
Sin duda la cocina tradicional y la más innovadora festejan la existencia de la naranjilla.