Jennifer Pamplona, una joven brasileña de 28 años, gastó alrededor de 600.000 dólares en operaciones para parecerse a Kim Kardashian.
Pamplona ha tenido más de 60 encuentros con el bisturí. Cuenta que se ha hecho 10 cirugías de rellenos de glúteos, dos rinoplastias, tres aumentos de senos, extracción de cuatro costillas, dos liposucciones, 40 procedimientos de labios, rellenos de mejillas, rellenos de mentón, estiramientos faciales, inyección de grasa en su muslo, 500 dosis de botox y una operación de hilos tensores en la cara.
La joven asegura que se arrepiente de la mayoría de intervenciones pues considera que no tenía la madurez suficiente para pensar en las consecuencias que las cirugías ocasionarían en su salud.
Pero la cuestión no es solo estética. Sus operaciones ya le supusieron peligros de vida. Según Jennifer, su cola “es una bomba de tiempo” por el número de rellenos y grasa que le inyectaron a lo largo de estos años.
Primeras cirugías
Jennifer reconoce que el deseo de modificar su cuerpo surgió cuando era estudiante de secundaria y sufría bullying. La mujer contó que la molestaban por ser pequeña y delgada y por eso quiso cambiar su apariencia. De a poco fue modificando su rostro, sus pechos, su cintura, su cadera y los glúteos.
Como en la escuela sufría bullying por su aspecto físico, a los 17 le pidió permiso a su abuela para que le hicieran a su primera cirugía estética. La señora se lo concedió y desde ahí Jennifer nunca se detuvo.
Sin embargo, este último tiempo Jennifer disminuyó sus visitas al quirófano, aunque se sigue rellenando los labios y recurre al botox.