Diana solo vivió 18 meses, murió de hambre y sed mientras su madre visitaba a su actual pareja en Bérgamo, Italia.
La mujer, de 36 años de edad, dejó a su suerte a la bebé en su apartamento de Via Parea, ubicado en la zona de Ponte Lambro de Milán.
“Sabía que podía pasar”, dijo la italiana al ver el cadáver de su hija.
Alessia Pifferi se había marchado de su vivienda el pasado viernes 15 de julio para reunirse con su pareja en la provincia de Bérgamo.
Tras regresar a su hogar y encontrarse a su hija fallecida, la mujer fue detenida por las fuerzas de seguridad locales.
Tras admitir su responsabilidad en el hecho, se la encontró inmediatamente culpable de homicidio voluntario agravado con premeditación.
Diana estaba en un catre de camping. A su lado, había una botella de alcohol y otra de benzodiacepinas medio llena.
Cuando los agentes llegaron al lugar, la madre de la infante, que ya se encontraba allí, fue interrogada por el fiscal Francesco De Tommasi, según detalló Corriere della Sera.
Fuera del juzgado donde Alessia está detenida, vecinos colgaron globos blancos en memoria de la pequeña con el nombre de la pequeña y frases como “Chau, angelito”.
En el balcón del departamento en el que ambas vivían la ropa de Diana todavía está tendida.
Según el mismo medio italiano, los vecinos casi no conocían a la menor y su madre.
“Era muy reservada”, señaló una mujer. “Nunca jugó con ella”, agregó en su declaración.
Fuente: Corriere della Sera