El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, estima que la pandemia del COVID-19 causará entre 6.000 a 8.000 muertos.
López-Gatell explicó que en la mayoría de países fallecieron entre el 50 % y el 80 % de los enfermos de COVID-19, en terapia intensiva. «Estaríamos hablando que 6.000 personas, 7.000 u 8.000 personas que podrían perder la vida», indicó.
México acumula al momento más de 10.500 casos y 970 fallecidos, y se prevé que el pico máximo de contagios tendrá lugar entre el 8 y el 10 de mayo.
El pasado martes 21 se declaró la fase máxima de contagios (fase 3). Además, se alargó las medidas de distanciamiento social hasta el 30 de mayo.
En el pico máximo de contagios se duplicaría el número de casos diarios, llegando a miles de ellos nuevos cada 24 horas, explicó López-Gatell.
Los números de los pronósticos oficiales
El epidemiólogo recordó que entre los pronósticos oficiales de México se estiman 250.000 personas enfermas y «muchísimas más infectadas» asintomáticas.
La mitad de estas personas -unas 125.000- acudiría a atención médica y alrededor de 10.500 de ellas requerirían terapia intensiva.
«Son cifras que mantenemos como referencia para garantizar los recursos necesarios para atender», dijo, aunque hay un margen y por ello se trabaja para tener hasta 16.000 camas.
Agregó que en algunos puntos del país se está llegando a un punto de «saturación», como en la Ciudad de México o Tijuana.
Se mostró confiado en que el proceso de reconversión hospitalaria existente permitirá tener estas 16.000 camas de terapia intensiva, que contemplan además de la cama un ventilador, monitor y personal médico.
Desde principios de abril, las actividades económicas consideradas no esenciales están paralizadas en México. El Gobierno exhorta a la población a quedarse en casa para no afectar a los más de 50 millones de pobres del país. EFE