El exdictador de Chad Hissene Habre, el primer exjefe de Estado en ser convicto de crímenes contra la humanidad por una corte africana luego que su gobierno fue acusado de matar a decenas de miles de personas, falleció en Senegal. Tenía 79 años.
Habre, cuyos años de exilio en lujo ejemplificaron la renuencia de África a enjuiciar a sus déspotas, había contraído COVID-19 recientemente, de acuerdo con la prensa local.
Su muerte el martes en un hospital en Dakar fue confirmada por Jean Bertrand Bocande, director administrativo de la penitenciaría.
El exdictador, arrestado en el 2013, había sido sentenciado a cadena perpetua en el 2016, pero cumplió cinco años en prisión.
Activistas de derechos humanos dicen que Chad fue un estado unipartidista despiadado bajo el gobierno de Habre desde 1982 hasta 1990.
Un tenebroso servicio de seguridad encabezado por miembros de la etnia Gorane, a la que pertenecía Habre, fue colocado en cada aldea, documentando la más ligera transgresión contra el régimen, dijeron.
Entre las cosas que llevaban a arrestos estaban hablar mal de Habre, escuchar radioemisoras “enemigas” o “realizar rituales mágicos para ayudar al enemigo”, de acuerdo con una comisión de la verdad nombrada tras la caída de Habre del poder.
La comisión concluyó que el gobierno de Habre asesinó a 40.000 personas.
DICTADOR
“Hissene Habre pasará a la historia como uno de los dictadores más inmisericordes del mundo, un hombre que asesinó a su propio pueblo, incendio aldeas, envió a mujeres a servir como esclavas sexuales de sus soldados y construyó mazmorras clandestinas para infligir torturas medievales a sus enemigos”, dijo en Twitter Reed Brody, un abogado Human Rights Watch que trabajó durante años para que Habre fuese enjuiciado.
Tras su derrocamiento en diciembre de 1990, Habre escapó a Senegal, donde vivió 22 años en lujo total.