MSF exige que se garantice «dignidad» a quien muera por coronavirus

La oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) lamentó el lunes que muchos ancianos enfermos de COVID-19 mueran sin sus familiares cerca para evitar los contagios.

Luis Encinas, coordinador médico de las operaciones de MSF en España, consideró que la situación en su país, donde el coronavirus mató a más de 13.000 personas, es particularmente preocupante para las personas mayores que «mueren solas en hospitales y residencias».

«Los procedimientos deben permitir a los enfermos ser reconfortados al final de sus vidas», añadió en una rueda de prensa virtual.

Encinas instó a los países a tener en cuenta la lección que dejó la epidemia de Ébola en África del Oeste, que mató a más de 11.000 personas entre 2013 y 2016.

Al inicio de la epidemia de Ébola, las acciones de lucha contra la enfermedad se toparon con la resistencia comunitaria, entre otras razones por la llegada de extranjeros vestidos con trajes protectores que parecían uniformes espaciales y que se llevaban a los enfermos a hospitales o a tiendas, de donde pocos regresaban. 

Esto causó una fuerte impresión entre los lugareños y rápidamente se hizo evidente que se debía implicar a las comunidades en las decisiones sobre los cuidados de fin de vida, y que los allegados debían estar presentes en los funerales, «dignos y con seguridad», en los que se garantizaba tanto la dignidad de los fallecidos como la seguridad de los familiares. 

Encinas explicó que habría que hacer lo mismo con la pandemia de coronavirus, e insistió en la importancia de hallar un «equilibrio» entre los dos principios. 

En este sentido, explicó que en Barcelona (noreste de España) las autoridades lanzaron un llamado para crear «hoteles de confort» para los pacientes que estén en el final de su vida, y que así sus familiares puedan compartir con ellos sus últimos momentos, en un entorno que garantice apoyo médico y psicológico para todos. 

Además, subrayó que la instauración de este sistema es una necesidad imperiosa, y destacó que el número de casos de contagio en España -más de 135.000-  estaría infravalorado.

Por su parte, Chiara Lepora, que coordina las operaciones de MSF en la provincia italiana de Lodi (norte), declaró a los periodistas que en Italia, donde la COVID-19 causó más de 16.000 muertos, se está viviendo la misma situación.

«En las residencias de ancianos que hemos visitado [en la provincia de Lodi], constatamos una tasa de mortalidad del 10 al 30% entre los enfermos», declaró, y consideró que es «trágico» vivir eso «en una situación de aislamiento».

© Agence France-Presse