La designación del nuevo ministro de defensa, Giancarlo Loffredo, genera dudas sobre si tiene la capacidad para ejercer este cargo. Miembros en servicio pasivo de las Fuerzas Armadas cuestionan el nombramiento del nuevo ministro y aseguran que es una decisión más política que estratégica.
Además, algunos militares en servicio pasivo declaran que la formación de Loffredo no es suficiente para ejecutar la política militar y la conducción administrativa de las Fuerzas Armadas. A esto se suma el hecho de que el nuevo Ministro de Defensa es un civil al frente de un cartera de Estado.
A pesar de los cuestionamientos, existe grandes expectativas en los cuarteles militares por las decisiones inmediatas que tome el Ministro de Defensa .
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Miembro de las Fuerzas Armadas en servicio pasivo cree que la función del ministerio en la situación actual del país es vital para el nuevo Gobierno. «El Ministerio de Defensa en este momento con el nivel de inseguridad que tenemos, tiene una función demasiado importante, no podemos arriesgarnos a improvisar», Johnny Estupiñán, exoficial Armada del Ecuador.
Para el contralmirante de las Fuerzas Armadas, Aland Molestina, las capacidades en antiterrorismo y experticia en artes marciales no son suficiente para combatir problemas de inseguridad y narcotráfico en el país.
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