Miles de personas, incluidos obreros y activistas antivacunas, protestaron este martes en Melbourne, tras el parón ordenado en el sector de la construcción.
La marcha en Melbourne, por segundo día consecutivo, comenzó con unos cientos de personas frente a la sede del Sindicato de la Construcción. Fue sumando adeptos a lo largo de su recorrido que incluyó al Parlamento estatal del estado de Victoria.
La Policía desplegó un fuerte operativo andisturbios en Melbourne para controlar al enjambre de manifestantes que causaron caos en el tráfico.
De igual manera, los protestantes encendieron bengalas, arrojaron botellas y objetos contra los agentes policiales. Inclusive, tiraron una lata a un periodista del canal 7 durante una transmisión en vivo.
Los manifestantes, que según los sindicatos pertenecen a grupos neonazis y antivacunas ajenos al sector, corearon contra la vacuna.
Algunos ondearon banderas de Donald Trump 2020, de acuerdo al canal 9 de la televisión australiana.
El legislador de Melbourne y exlíder sindical Bill Shorten dijo al canal 9 que si bien entiende que exista oposición a la vacuna en algunos casos y una frustración generalizada por los confinamientos, sus fuentes le han informado de que las protestas han sido dominadas por la extrema derecha.
«Hay una red de nazis de la derecha dura…, personas que sólo quieren causar problemas, bebé-hombres que quieren quejarse de la vacunación», afirmó el también exlíder del Partido Laborista Australiano.
Protestas violentas
A la marcha le siguió una violenta protesta de obreros frente a la sede del CFMU contra la orden que los obliga a vacunarse.
Meanwhile in Melbourne. pic.twitter.com/IlIHCFgRAW
— Avi Yemini 🇦🇺🇮🇱 (@OzraeliAvi) September 21, 2021
Las autoridades obligaron a suspender proyectos de construcción en Melbourne y otras localidades vecinas en el estado de Victoria por dos semanas.
El ministro del Tesoro de Victoria, TIm Pallas, explicó que en la mitad de las obras inspeccionadas se detectaron violaciones a las órdenes anticovid. Por lo tanto, suponen «una amenaza a la salud pública en los términos más dramáticos».
Las autoridades también han justificado la medida por el comportamiento ayer de los manifestantes que causaron disturbios.
El estado de Victoria, que comenzará a desconfinar progresivamente a finales de octubre cuando administre la pauta completa al 70 por ciento de su población, reportó este martes 603 infecciones locales y un fallecido, así como 443 casos activos en el sector de la construcción.
Por su lado, Nueva Gales del Sur, que tiene confinada a Sídney desde el 26 de junio y tiene previsto desconfinar a mediados de octubre, reportó 1.022 infecciones locales y diez fallecidos, con lo que Australia acumula casi 90.000 casos y unos 1.180 fallecidos desde el inicio de la pandemia. EFE