Miles de australianos se manifestaron este viernes en varias ciudades del país para pedir la dimisión del primer ministro, Scott Morrison, por su inacción ante los incendios forestales y falta de compromiso contra la crisis climática.
«Estamos protestando porque estos incendios no tienen precedentes, están ardiendo desde septiembre y necesitamos acciones urgentes contra esto y la crisis climática», dijo a Efe Anneke De Manuel, una de las organizadoras de la protesta llevada a cabo por los universitarios ecologistas Students for Climate Justice y el movimiento Extinction Rebellion.
«También la transición inmediata y en un cien por cien de los combustibles fósiles a las energías renovables y que dimita ScoMo (apodo de Scott Morrison)», recalcó De Manuel por teléfono desde Melbourne, una de las ciudades donde los australianos salieron a la calle.
Los incendios forestales que arden desde septiembre pasado han costado la vida a 26 personas, calcinando más de 2.000 viviendas y un área que supera el doble de la superficie de Bélgica, además se estima que ha matado o dejado sin hábitat a mil millones de animales salvajes.
La Policía de Victoria, cuya capital es Melbourne, indicó que dispone de efectivos insuficientes debido a que están siendo empleados en los incendios forestales, que afectan principalmente al sureste del país.
Durante los incendios, el jefe del Gobierno también se ha negado a relacionar la crisis climática con el agravamiento de los incendios forestales, algo confirmado por la propia Oficina de Meteorología oficial.
«El cambio climático está influyendo en la frecuencia y gravedad de las condiciones peligrosas de los incendios en Australia y otras partes del mundo», admite la oficina meteorológica en su página web.
Australia es el mayor exportador del mundo de carbón y Morrison, antes de llegar a primer ministro, se presentó en el Parlamento con un trozo de este mineral para defender a las empresas mineras frente a las llamadas a reducir la producción.
En este sentido, los manifestantes también exigen que se cancelen los subsidios a las industrias contaminantes para destinarlos en su lugar a financiar a los bomberos y la lucha contra los incendios y la atención a las comunidades afectadas por las llamas.
La gota que colmó el vaso de muchos australianos fue cuando el mandatario australiano se marchó de vacaciones el mes pasado a Hawai (EE.UU.) en plena crisis de los incendios, algo por lo que se vio obligado a pedir disculpas públicamente. EFE