Decenas de familias de migrantes ocupan parques de Quito para pernoctar. El Municipio fortalece los controles, pidió la intervención de la Policía Nacional y ofreció los servicios de acogida que brinda el Patronato San José.
El parque La Carolina, en el norte de Quito, es uno de los sitios en los que decenas de personas se congregan para descansar a la intemperie. Con plásticos, costales o carpas, los ciudadanos se refugian en las noches frías de la ciudad.
Pedro Velasco, ciudadano que transita por el parque, dice que esta situación es muy común. Asegura que en este lugar arman pequeños campamentos e incluso muchos ni siquiera cuentan con carpas. «Simplemente se acuestan en el suelo, se tapan con cobijas que la gente les regala o con cartones. En el mejor de los casos tienen plásticos para taparles a los niños», cuenta.
También indican que las personas que pernoctan en La Carolina utilizan los baños como lavanderías. Emilia Armijos, usuaria de este espacio, expresa su preocupación por las condiciones en las que viven los menores de edad.
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Ante esta situación, el Municipio de Quito realizó la primer intervención en los parques. El alcalde Pabel Muñoz reveló que pidió la intervención de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) para conocer la situación de las niñas y niños.
«Hemos ofertados los servicios del Municipio. Nosotros también tenemos centro de acogida en los que pueden estar. Particularmente en los niños hemos tenido cuidado y he sido claro y enfático para que no pongan a esos niños en tareas de mendicidad o trabajo infantil«, enfatizó el burgomaestre.
Además, detalló que la mayoría de las personas se encuentran de tránsito porque su destino sería Perú. Muñoz detalló que esta problemática se ha detectado en La Carolina y en el parque Bicentenario, sin embargo, según denuncias ciudadanas, también se presenta en El Ejido y en El Arbolito.
El burgomaestre reveló que la mayoría de las personas, que pernoctan en pareja o familia en parques, son de nacionalidad venezolana y se encuentran en condiciones precarias. Para evitar que esta problemática se expanda a otras zonas de la ciudad y proteger a los menores de edad de diversos riesgos se anunció un incremento de controles con la Policía Nacional.
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