Las fuerzas de seguridad de la Cachemira india informaron este viernes de la muerte de siete insurgentes en dos tiroteos con la policía, entre ellos el jefe de la organización Ansar Ghazwat-ul-Hind (AGH), vinculado a Al-Qaeda.
A los cinco militantes los abatieron las fuerzas de seguridad en un operativo en el sector de Shopian, en el sur de Cachemira y otros dos en la zona de Tral, informó a Efe un funcionario de la sala de control de la policía regional, que pidió el anonimato.
Las dos operaciones comenzaron la noche del jueves y concluyeron hacia el mediodía de este viernes, indicó.
El inspector general de policía, Vijay Kumar, confirmó en una declaración a la prensa la muerte de Imtiyaz Ahmed Shah, el jefe de Ansar Ghazwat-ul-Hind. Hecho que se llevó a cabo en una «exitosa operación policial» en la localidad de Tral.
Esta es la primera vez que las fuerzas gubernamentales matan a siete combatientes en solo doce horas desde agosto de 2019, cuando Nueva Delhi despojó a la región, la única de mayoría musulmana de la India, de su semiautonomía.
TIROTEOS EN TRAL
El tiroteo de Tral, en el que murió Imtiyaz junto a otro combatiente, fue seguido por el enfrentamiento de Shopian que concluyó hoy tras quince horas de fuego cruzado, detalló el jefe policial.
El enfrentamiento de Shopian tuvo lugar después de que los insurgentes, que buscaron protección dentro de una mezquita local, «se negaron a rendirse y dispararon contra las fuerzas de seguridad; lo que llevó a que fueran abatidos en su escondite», señaló.
Testigos de este enfrentamiento relataron a Efe que cientos de manifestantes arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad para interrumpir su operación.
En Shopian han tenido lugar varias protestas. Situaciones que se dan desde que la policía anunció acciones legales contra los medios de comunicación que se acerquen a un área donde se haya producido un tiroteo, entre otras limitaciones.
De acuerdo con la orden, emitida por el inspector general de la Policía, los medios de comunicación no deben transmitir en directo ninguna cobertura de tiroteos o problemas de orden público como manifestaciones.
La medida es «una táctica para coaccionar a los periodistas para que no informen sobre hechos sobre el terreno», según un grupo de periodistas que condenó la medida en un comunicado conjunto.
La insurgencia armada está activa en la Cachemira india desde hace tres décadas. Y recibe el apoyo de una parte de la población civil que comparte el sentimiento separatista; o que pide su adhesión a la otra parte de la región, administrada por Pakistán.
De acuerdo con la policía, la infiltración transfronteriza de insurgentes se ha detenido por completo desde que Nueva Delhi e Islamabad acordaron implementar el alto el fuego a lo largo de la frontera de facto que divide Cachemira, el pasado febrero, aunque la actividad armada en Cachemira continúa.
EFE