Actualizado 13:26
Redacción Día a Día |
Quien ha tenido en su vida la compañía de un animalito sabe todo lo que aporta al bienestar de una familia. Y es por eso justamente que, al perderlo, el dolor es profundo. Este es un duelo que también implica una serie de emociones intensas y complejas que pueden ser difíciles de comprender para quienes no han compartido una relación similar con un animal.
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El proceso puede asemejarse al duelo humano y suele incluir las siguientes etapas:
- Negación e incredulidad ante la pérdida, que puede llevar a la persona a no aceptar la realidad de su ausencia.
- Pueden surgir sentimientos de frustración o enojo hacia uno mismo o hacia el animalito de compañía por haberse ido.
- La negociación hace pensar en lo que se podría haber hecho de manera diferente para evitar la pérdida.
- Los sentimientos de tristeza profunda, vacío y soledad pueden derivar incluso en una depresión.
- Con el tiempo llegará la aceptación ante la pérdida y la capacidad de recordar al animalito con cariño.
¿Cómo trabajar el duelo?
Superar la pérdida requiere tiempo y autocompasión. Algunas estrategias que pueden ayudar incluyen:
- Reconocer y expresar los sentimientos.
- Compartir la experiencia con amigos, familiares o grupos de apoyo que comprendan la relación con el animalito.
- Realizar ceremonias o actos simbólicos puede ayudar a honrar su memoria puede facilitar el cierre.
- Si el duelo se vuelve abrumador, es necesario consultar a un profesional.
Es fundamental reconocer que este tipo de duelo es legítimo y que cada persona lo vive de manera distinta. Brindar apoyo y comprensión a quienes atraviesan esta experiencia es esencial para enfrentar de mejor manera este proceso.
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