La analista política María Paz Jervis y la periodista politóloga Patricia Estupiñán analizan la coyuntura política y el conflicto entre ejecutivo y legislativo.
En el espacio de entrevistas de 24 Horas, Jervis y Estupiñán comentan sobre los caminos para mejorar la relación y que funcionen las políticas propuestas.
Para Estupiñán, el presidente Lasso tiene dos alternativas. La primera es seguir en un «tira y afloja» durante el resto del período. O decretar la muerte cruzada.
«En el legislativo se ve un ánimo de bloquear. Esa ha sido la característica de los legislativos con excepción del período de Correa, donde eran alzamanos. Un país no progresa ni con alzamanos ni con bloqueadores», indica.
«Un país progresa cuando se hace consenso entre las funciones, para poder legislar en bien del país. Eso parece que no existe por el momento en el legislativo, donde cada cual tiene sus propias agendas», afirma Patricia Estupiñán.
Y agrega que cada bloque tiene sus intereses, que no son necesariamente los intereses del país.
La muerte cruzada no resuelve el problema
Por su parte, María Paz Jervis considera que el accionar de la Asamblea no sorprende. «Cada día, cuando creemos que hemos visto todo lo impresentable, viene con una nueva etapa», afirma.
No obstante, considera que pese a que la relación con la Asamblea es tensa y la actitud política de la mayoría de legisladores es dramática y tiene trabada la gobernabilidad del país, una muerte cruzada es «demasiado peligrosa».
«El problema que tenemos es la calidad de la representación y eso no va a variar aún cuando utilicemos esta institución», explica Jervis.
Y agrega: «La desgracia (del país) es la calidad de representantes, de políticos que tenemos».
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