A doce días de su posesión como vicepresidenta, María Alejandra Muñoz dice tener claro el rumbo a seguir por las próximas 40 semanas.
Su principal objetivo es humanizar el servicio público en el cumplimiento de las funciones encomendadas por el presidente Lenín Moreno.
Amante de la academia, con una trayectoria entre el servicio público y privado, María Alejandra Muñoz reafirma que el Ecuador atraviesa un momento en el que necesita pausa y serenidad para tomar las mejores decisiones.
«La serenidad no está atada a la lentitud, la serenidad está atada a poner prioridades. La serenidad está atada a juntarnos, a poner en el centro la palabra solidaridad»
Además, dijo que debemos reconfigurarnos hacia el futuro. «Cualquier plan, cualquier proyecto que hayamos tenido cambia en función de la nueva realidad», añadió.
Ante esto Muñoz ya tiene esquematizadas las 40 semanas de trabajo que tendrá que afrontar en estos 10 meses para hacer frente a las tres funciones que tiene asignadas.
En materia de reactivación y competitividad, el camino será replicar lo hecho en aduanas, a través de la simplificación de procesos.
En cuanto a los objetivos de la agenda 20- 30 el reto estará enfocado en buscar soluciones a los problemas que dejará el COVID-19. Entre ellos la seguridad alimentaria y desnutrición infantil, la atención a enfermedades catastróficas y la simplificación de los trámites de adopción.
GESTIÓN COMO VICEPRESIDENTA
Maria Alejandra Muñoz definió como se realizará su gestión como vicepresidenta sobre la base de objetivos.
«Que no hayan nudo críticos que queden sin coordinarse, sin resolverse y logremos hacer un modelo de ejecución que nos permita tener claro los objetivos y cumplir los objetivos. Que cada ministerio dentro de sus responsabilidades actúe con la mayor prolijidad y con la mayor velocidad»
Sobre su designación, Muñoz indicó que lo tomó con mucha serenidad, pues considera que los tres estaban capacitados para ocupar el cargo.
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