El marchista ecuatoriano David Hurtado, que por escalafón se clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio, afirmó este viernes que el paro de las actividades por el estado de excepción en Ecuador debido a la pandemia del coronavirus, lo ha hecho perder el 50 por ciento de su nivel físico.
«En estos quince días sin estar en una pista me llevó a perder el 50 por ciento del nivel físico, porque ahora estoy haciendo otro tipo de trabajo como fuerza, coordinación y técnica, pero trabajo de velocidad y resistencia eso se tiene que hacer en pista», consideró el deportista en declaraciones a Efe.
De 20 años, Hurtado tiene tres medallas de oro en Campeonatos Sudamericanos; dos de oro en Juegos Panamericanos; un título y un tercer puesto en Challengers de atletismo; un tercer puesto en un Mundial de marcha, además de imponer dos récords sudamericanos.
«He buscado adaptarme rápidamente a este cambio cuidando el control alimenticio para mantener el peso ideal, gracias al conocimiento que se termina desarrollando para adaptarse al nivel del poco esfuerzo que se realiza en casa, incluso he bajado de peso», precisó.
El marchista capitalino lamentó «el duro golpe para los deportistas» que ha generado esta situación, tanto por la suspensión de competencias como de «la interrupción de la preparación», pero también por la incertidumbre que se ha creado.
Los deportistas, afirmó, están «sin saber cuándo van a ser las competencias, lo único que sabemos es que los Juegos Olímpicos quedaron paralizados hasta el 2021».
E indicó que por más que intenta hacer lo máximo para mantenerse en forma, «resulta complicado» porque no puede salir a entrenarse como solía hacerlo en el parque de La Carolina y en la pista atlética de Los Chasquis, ambos de Quito.
Por escalafón, Hurtado estaba clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio, pues estaba en el puesto número 20 y la organización pedía que estuviera entre los 60 mejores, pero por marca estaba a 1 minuto y 4 segundos de lograrlo.
«Quería clasificarme por las dos vías, pero si no era por marca, ya lo había logrado por escalafón», aseguró.
Luego expresó que fue necesario cambiar su preparación, que ya había entrado a la etapa competitiva ya que tenía a la vista un Challenger este 4 de abril en Río Mayor, Portugal, y después una Copa Mundo de Marcha en Bielorrusia entre el 2 y 3 de mayo próximo.
Otra incertidumbre de la nueva vida de los deportistas es el sustento económico.
El atleta indicó que hasta el pasado mes recibió el apoyo económico de la Secretaría Nacional del Deporte por ser parte del Plan de Alto Rendimiento, pero «este mes no sabemos si recibiré esa ayuda económica que es básica para la alimentación».
También sufrió este deportista la deserción del entrenador Javier Cayambe, y ahora está a la búsqueda de un «entrenador europeo».
«Ya hemos conversado en forma virtual, ahora estamos en el proceso de enviar los documentos a la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEF) para que se pongan de acuerdo en el orden económico para ver si puedo contar con él una vez que se supere este duro momento para la humanidad», expresó. EFE