Moradores de las zonas de Guayacanes y Sauces, se quejan por los malos olores provenientes de las lagunas de oxidación. Aseguran que el problema se agraba en ciertas horas del día, lo que ha causado hasta afectaciones en la piel.
«Es un olor insoportable», así describen los ciudadanos la situación que viven en el sector por varios años a causa del mal uso de las lagunas de oxidación. Por esta razón ya ha sido sancionada la concesionaria Interagua.
Los moradores y comerciantes del sector incluso tienen identificado el horario en el que el olor proveniente de las lagunas es más fuerte. Estas lagunas, situadas en la autopista Narcisa de Jesús, norte de Guayaquil, y los olores que emanan al tratar aguas residuales afectan a todas las viviendas que se encuentran en Guayacanes, Sauces y, en ocasiones, a Samanes.
Por ello, varios ciudadanos han decidido salir de este lugar y poner en venta sus propiedades para convertirlos en locales y talles.
Además del mal olor causado por estas lagunas, la situación también ha causado afectacciones en la piel. Los moradores exigen que ya no existan estas lagunas, ya que estos olores generan problemas en la salud, entre ellos un picazón insoportable en la piel. Por ello claman por una solución urgente y definitiva.
La obra principal para poner fin a este problema, la planta de tratamiento de Los Merinos, aún no inicia su construcción. Este proyecto tratará cinco metros cúbicos de aguas residuales por segundo, lo que significa quintuplicar la capacidad actual de las lagunas de oxidación que tratan un metro cúbico por segundo.
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