Robert Bigelow es un magnate inmobiliario que financia investigaciones científicas entre las que destacan proyectos aeroespaciales y estudios sobre OVNIS y civilizaciones extraterrestres.
Pero para este magnate hay otro tema que le llama mucho más la atención y es la muerte. Su interés sobre el fin de la vida creció desde el fallecimiento de su esposa por una complicación de la leucemia y mucho antes por el suicidio de su hijo en 1992. Años después el nieto de Bigelow también se quitó la vida.
El magnate tiene una duda que lo perturba y ofreció un millón de dólares a tres personas que puedan despejar su inquietud sobre si hay forma de conservar la consciencia de una persona tras su muerte corporal.
Según el portal de noticias RT, «Para los científicos formados en el campo de la neurología y la psicología es posible presentar hasta el 1 de agosto una tesis de 25.000 palabras sobre el tema. El ganador será anunciado el 1 de noviembre. El primer lugar recibirá 500.000 dólares, el segundo 300.000 y el tercero 150.000».
El magnate dijo que él tiene una idea de cómo lograr la supervivencia de la conciencia humana tras la muerte corporal, pero consideraba «perjudicial» decirlo.