Madres Coraje buscan justicia por el femicidio de sus hijas

Las une el mismo dolor: perdieron a sus hijas de forma violenta y ahora ellas se hacen llamar Madres Coraje. Algunos casos son investigados como femicidio y otros, como el de María José, ni siquiera son investigados. Ella tenía 28 años, un hijo y era subteniente del Ejército.

Su madre, Miroslava Cando, cuenta que murió en una práctica militar, en el caudaloso río Napo, mientras realizaba un nado táctico como parte del curso de ascenso. “Estuvo 100 días en su curso y me llaman a decirme que la Majito se ha ahogado en la ejecución de un ejercicio llamado nado táctico espina de pez. Nosotros no creíamos porque era excelente nadadora”.

A María Ortiz le arrebataron a su hija, quien estaba embarazada de ocho meses. Salió a un control médico y no volvió a casa. La encontraron 11 días después, sin vida, maniatada y con signos de haber sido ahorcada. “Se la encontró en un avanzado estado de descomposición, junto con su bebé. Los mataron a los dos”.

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Las madres investigan

Mickyta, como la llamaban sus amigos, fue encontrada dentro de un pozo de agua. Al inicio se investigó como un acto administrativo, pero los indicios que encontró su madre, Natalia Soto, permitieron dar paso a una investigación por femicidio.

Ella relata que el femicida maltrataba a su hija y le hacía llaves de artes marciales. Cuenta que una vez le ahorcó, pero llegó la mamá del hombre y él soltó a su hija. «Le hackeaba las cuentas. Le sacaba el dinero y disponía de él. En la boleta mi hija especificaba que tenía miedo porque él sabe de artes marciales». La víctima murió con una boleta que había sacado hace tres meses.

El caso de Nahomi Arcentales ya se conoce. Han pasado 12 meses de su muerte, cuyo caso se investiga como femicidio, luego del segundo examen legal que se le hizo al cuerpo. “Hay pruebas de que Juan Izquierdo agredió a mi hija física, verbal y económicamente. Este hombre, a mi hija me la maltrató en todo el sentido de la palabra”, sostiene su madre, Sara Sabando.

Estas mujeres se han organizado. “Madres Coraje no se va a cansar, vamos a seguir adelante con todos los casos, uno a uno”, dice Anabel, quien lidera el grupo. Ella perdió a su hija luego de que fue mandada a asesinar por su pareja. Todas buscan ser visibilizadas frente a las autoridades; ninguno de los casos está cerrado.

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