Luis Jarrín y su esposa viven en una humilde casa de adobe en Alangasí, por ahora, sobreviven de las donaciones de sus vecinos ya que debido a la enfermedad de Luis no puede continuar elaborando canastos de carrizo para venderlos.
Luis hasta hace poco era un hombre activo que se levantaba muy temprano para elaborar y vender canastos de carrizo, pero ahora pasa la mayor parte del tiempo acostado en una cama debido a una enfermedad que a sus 95 años no le permite continuar con su trabajo.
Los canastos eran elaborados a mano y comercializados en diferentes mercados, con esto no ganaba mucho, pero le servía para llevar la comida a su hogar.
Junto a es siempre está su esposa Justa, quien nunca aprendió este oficio, sin embargo sale a la puerta de su casa a ofertar el producto.
Ella pide medicinas para su esposo, quien no soporta el dolor de espalda y del estómago desde hace varios años.
Por ahora no saben nada de su familia , por esto apelan a su buen corazón.
Si desea colaborar con esta noble causa puede comunicarse al: 0992563740
Luis y Justa confían en sus manos solidarias, los detalles de esta noticia en el siguiente video: