Un equipo de investigadores analizó los cambios que se producen en la temperatura del organismo en función del tipo de relación amorosa que los seres humanos mantienen.
En los últimos años, el Laboratorio de Termografía de la Universidad de Granada (UGR) utilizó una técnica que permite medir los cambios que se producen en la temperatura corporal en función de los distintos componentes del amor en una relación de pareja: pasión, ternura y compromiso social.
En uno de sus primeros estudios, los investigadores analizaron a sesenta personas sanas de entre 24 y 47 años.
Durante diferentes sesiones se registraron los cambios en su temperatura basal (la temperatura más baja que alcanza el cuerpo en reposo) cuando veían fotografías de sus parejas o mantenían conversaciones íntimas con ellas.
Los resultados arrojaron que las personas presentaban cambios de temperatura en diferentes zonas del cuerpo en función del tipo de amor que estuviera experimentando cada persona.
Pasión
En el estudio se explica que las personas pasionales dominantes registran un aumento de temperatura de 2°C en manos, cara, pecho y abdomen.
Por el contrario, las personas que adoptan el rol de subordinado lo que se observa es una bajada de temperatura, una respuesta más parecida a la que se produce al pasar miedo o frío.
Ternura
Cuando se produce la relación más recíproca entre ambos miembros de la pareja, es decir, la ternura su temperatura sube 1°C en la cara y las manos, pero disminuye en el abdomen.
Compromiso social
Finalmente, los científicos han observado que cuando en la relación solo predomina el compromiso social o interdependencia mutua no se producen cambios apreciables en la temperatura corporal.