Quito está llena de tradiciones y oficios que han sobrevivido pese a la llegada de la modernidad a la ciudad. Decenas de estas actividades se resisten a morir y aún se pueden observar por las estrechas calles del Centro Histórico mejor conservado de Latinoamérica, el de Quito.
Los poncheros
Su uniforme inconfundible hace que su presencia en el casco colonial sea parte de la identidad de la capital del Ecuador. Las personas que transitan por las calles del Centro Histórico reconocen a los poncheros de inmediato.
Más de veinte personas recorren las calles del casco colonial ofreciendo «el ponche», bebida tradicional de los quiteños.
El ponche, bebida propia de la ciudad de Quito tiene más de 100 años de historia, los «poncheros» dicen que salen a trabajar desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la noche, todos los días.
Este tradicional trabajo se está perdiendo, pero los últimos poncheros lo han transmitido de generación en generación.
Las barberías
A los pies del Palacio de Gobierno, se instala otro de los oficios que se resisten a desaparecer. Una barbería que nació hace 70 años atendió incluso a presidentes del Ecuador como Velasco Ibarra, Rodrigo Borja, Lucio Gutiérrez, entre otros.
La clientela no ha abandonado a estos negocios y mantiene vivo estos coloridos negocios que realzan la identidad quieteña.