La actriz de “Full House” (“Tres por tres”) Lori Loughlin se reportó en una prisión federal de California para empezar a cumplir su sentencia de dos meses por su papel en el escándalo de sobornos a universidades, informaron las autoridades.
La oficina del fiscal federal en Boston dijo que Loughlin era procesada en la prisión federal en Dublin, California.
“Las partes recientemente acordaron que la acusada podía reportarse en prisión el 30 de octubre de 2020, en vez del 19 de noviembre de 2020. La acusada también acordó que, durante su sentencia de dos meses, no buscará una liberación temprana de prisión bajo argumentos relacionados con COVID”, dijo el fiscal en un comunicado.
En agosto, Loughlin fue sentenciada a dos meses y su esposo, el diseñador de modas Mossimo Giannulli, a cinco por pagar medio millón de dólares en sobornos para que sus dos hijas fueran admitidas a la Universidad del Sur de California como parte del equipo de remo. Ninguna de ellas practicaba ese deporte.
De acuerdo con los protocolos de coronavirus del Buró de Prisiones, le harán una prueba de COVID-19 y será puesta en cuarentena por 14 días.
Los fiscales indicaron que Giannulli no se reportó en prisión con Loughlin el viernes.
Las autoridades negociaron acuerdos de culpabilidad con la famosa pareja según los cuales Loughlin pagará una multa de 150.000 dólares y realizará 100 horas de trabajo comunitario, mientras que Giannulli pagará una multa de 250.000 dólares y realizará 250 horas de servicio comunitario.
La sentencia de la pareja se dictó tres meses después de que cambiaron su versión y admitieron que participaron en el fraude de admisiones universitarias que ha dejado en claro hasta dónde son capaces de ir algunos padres ricos para que sus hijos entren a universidades.
Están entre cerca de 30 padres ricos que se han declarado culpables en el caso, apodado “Operación Vastity Blues” por las autoridades. El caso reveló cuantiosos sobornos para chicos que no merecían ingresar a ciertas universidades y a quienes se les corrigieron calificaciones de exámenes de ingreso o se les crearon perfiles deportivos falsos.
Loughlin y Giannulli habían insistido por más de un año que creían que los pagos eran “donaciones legítimas” y acusaron a los fiscales de ocultar evidencia crucial que podía demostrar su inocencia.
El caso destruyó la imagen limpia de Loughlin, quien saltó a la fama como la centrada tía Becky en la comedia “Full House” que se transmitió entre finales de los 80 y mediados de los 90 y quien más adelante se volvió estrella del canal Hallmark con películas navideñas y la serie “When Calls the Heart”.