El gobierno británico consideró el martes que sería «un buen resultado» limitar el número de fallecidos por coronavirus a 20.000 y reforzó sus medidas ante la advertencia de que su controvertida estrategia anterior hubiera podido costar la vida a 250.000 personas.
El Reino Unido tenía el martes 1.950 casos confirmados y 71 muertos por covid-19, pero no realiza tests sistemáticos y reconoce que el número de infectados es mucho mayor.
Interrogado en el Parlamento sobre una estimación de 55.000 casos actualmente, el consejero científico del ejecutivo, Patrick Vallance, respondió: «Es una manera razonable de ver las cosas».
El primer ministro Boris Johnson había sido duramente criticado por no imponer estrictas medidas de cuarentena como las tomadas en otros países europeos.
Pero cambiando de rumbo, el lunes llamó al conjunto de la población a evitar todo «contacto social no esencial», trabajando desde casa y absteniéndose de ir a bares, restaurantes, teatros y otros eventos sociales.
También pidió a todas las familias que tengan uno de sus miembros con fiebre o tos confinarse 14 días en sus hogares sin salir «ni para hacer la compra».
Y el martes, su ministro de Exteriores, Dominic Raab, desaconsejó todos «los viajes no esenciales a nivel mundial por un período inicial de 30 días» renovable.
– 330.000 millones en créditos –
Estas consignas no son de momento obligatorias y las escuelas permanecían abiertas. Pero las calles de Londres estaban semidesiertas y solo se veía a algunos padres llevando cabizbajos a sus hijos a la escuela.
Numerosas empresas pidieron a sus empleados que realicen teletrabajo, museos y teatros cerraron sus puertas y el abarrotado metro de la capital parecía vacío en hora punta.
El nuevo rumbo tomado por Johnson suscitó sin embargo preocupación especialmente en el sector de la hostelería.
La Asociación Británica de Cervecerías y Pubs advirtió que se perderán miles de puestos de trabajo y los bares se irían a pique sin una ayuda del ejecutivo.
Horas después, el ministro de Finanzas anunciaba un «paquete sin precedentes» de créditos respaldados por el gobierno por valor de 330.000 millones de libras (400.000 millones de dólares, 363.000 millones de euros) para las empresas afectadas por el coronavirus.
– Objetivo: 20.000 muertes o menos –
Según un estudio del Imperial College de Londres, publicado el lunes por la noche, la moderada respuesta adoptada hasta entonces por el gobierno británico habría reducido el número de fallecidos de medio millón -en ausencia total de medidas- a 260.000 en el país.
El primer ministro advirtió asimismo que muy pronto se pedirá a las personas más frágiles que se aíslen de todo contacto social durante 12 semanas.
Los investigadores del Imperial College, uno de los centros que está trabajando a marchas forzadas para desarrollar una vacuna contra el covid-19, consideran que un confinamiento general permitirá al Reino Unido limitar el número de muertos a «unos miles o decenas de miles» si se respeta estrictamente.
«Si podemos reducir esa cifra a 20.000 o menos, es un buen resultado en términos de adónde esperamos llegar con esta epidemia», afirmó el martes Vallance, aunque reconoció que «sigue siendo un enorme número de muertes y una enorme presión sobre el servicio de sanidad».
Un de los autores del estudio, el epidemiólogo Neil Ferguson afirmó a la radio BBC haber transmitido también sus conclusiones al gobierno estadounidense.
El lunes, Washington también anunció nuevas medias estrictas de distanciamiento social en línea con los consejos del Imperial College, que se basó en nuevos datos procedentes de Italia para modelar qué impacto tendría el virus en un entorno social descontrolado.
Sus científicos predijeron que 81% de los británicos y estadounidenses se infectaría, con 510.000 muertes en el Reino Unido y 2,2 millones en Estados Unidos, y la epidemia alcanzaría su pico al cabo de tres meses.
El principal desafío de esta nueva estrategia es no obstante, según el estudio, mantener las medidas «hasta que haya una vacuna disponible», lo que podría tardar unos 18 meses.
Los científicos advirtieron que de lo contrario, la transmisión «se recuperará rápidamente» en cuanto «se relajen» estas medidas intensivas.
«Si países vecinos (como) Reino Unido permanecen demasiado tiempo» sin medidas de «confinamiento», «entonces nos resultaría difícil aceptar en nuestro territorio a ciudadanos británicos», advirtió este martes en una entrevista el primer ministro francés, Edouard Philippe.