El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el viernes el envío de más misiles antitanques y antiaéreos a Ucrania.
La decisión fue tomada tras el ataque a una estación de tren que su homólogo alemán Olaf Scholz, de visita en Londres, calificó de «atroz».
Afirmando que «los crímenes de Rusia en Ucrania no quedarán impunes», Johnson anunció la entrega de material militar por valor de 100 millones de libras (130 millones de dólares, 120 millones de euros).
El envío incluye misiles antiaéreos Starstreak y otros 800 misiles antitanques.
El ataque a la estación de Kramatorsk «muestra la oscuridad en que está sumido el otrora reputado ejército de (Vladimir) Putin», afirmó Johnson en rueda de prensa conjunta con Scholz.
«El Reino Unido y Alemania comparten exactamente el mismo sentimiento de horror y repulsión ante la brutalidad que se está desatando, incluido el inconcebible bombardeo de refugiados que huían de sus hogares esta mañana», agregó el primer ministro británico.
«Es un crimen de guerra atacar indiscriminadamente a los civiles, y los crímenes de Rusia en Ucrania no pasarán desapercibidos ni quedarán impunes», agregó.
Los dos dirigentes también hablaron sobre las importaciones de combustibles fósiles de Rusia, de cuyo gas depende Alemania en gran medida como fuente de energía.
Londres ya ha anunciado que quiere poner fin a todas las compras de petróleo y carbón rusos este año, y eventualmente de gas ruso.
«Hacemos todo los que podemos», aseguró Scholz.
«Somos bastante optimistas de que nos libraremos muy pronto de la necesidad de importar gas de Rusia y, como ha dicho el primer ministro, estamos trabajando duro para conseguirlo», agregó.