Lima, la llamada Capital Gastronómica de América Latina, reabrió las puerta de sus famosos restaurantes en espera de los comensales.
Tras un cierre obligado de más de cuatro meses, los salones de los restaurantes en Lima volvieron a abrir esta semana. Lo hicieron, tal como dispuso la norma sanitaria, con un aforo reducido al 40%, mesas separadas y uso de Elementos de Protección Personal.
«Estamos todavía en UCI (cuidados intensivos)», dijo la chef Blanca Chávez, presidenta de la Asociación de Hoteles y Restaurantes (Ahora). Esto, en referencia a la difícil situación económica con la que llegan a este momento los restaurantes.
UNA COMPLEJA SITUACIÓN
Perú es actualmente el segundo país de Latinoamérica y sexto del mundo con mayor número de contagios confirmados de la COVID-19. Pese a que fue de los primeros de la región en ordenar el confinamiento obligatorio, los contagios siguieron en aumento.
El confinamiento se tradujo en un duro golpe a la economía del país, pues esta cayó en un 13,1% en el primer cuatrimestre y un 32,75% en mayo.
A estas cifras se debe sumar la pérdida de 2,6 millones de empleos solo en Lima (un 55,1% menos que el trimestre de abril a junio de 2019), según fuentes oficiales.
Desde el 16 de marzo, fecha de inicio del confinamiento, los restaurantes, cocinas incluidas, se mantuvieron cerrados; y solo encendieron los fogones una vez se determinó la posibilidad de hacerlo para la atención de servicio a domicilio, el 4 de mayo pasado.
No obstante, la recuperación de este canal, según señaló Chávez, ha permitido apenas recuperar «entre el 10 y el 15 % de las ventas» regulares.
ADAPTARSE O MORIR
De los 80.901 restaurantes que registraba Lima hasta el primer trimestre de 2020, «alrededor del 30% habría cerrado» a consecuencia de la pandemia.
«Y vamos a ver qué pasa de acá a fin de mes. Con ese aforo de un 40%, yo creo que realmente va a ser bien crítico. Vamos a tener entre un 45 y 50% de venta de lo normal», agregó la presidenta de Ahora.
Los restaurantes tampoco podrán contar con parte de los más de 4 millones de turistas extranjeros que cada año llegaban al país.
UNIDOS FRENTE AL FOGÓN
Cocineros, empresarios gastronómicos e impulsores de Lima como Capital Gastronómica de América Latina, no se detienen.
«Nos estamos reiventando», aseveró a Efe el destacado chef peruano Adolfo Perret, dueño de la cadena de restaurantes «Punta Sal», con más de 30 años en el mercado.
Por ello, varió su carta de más de 100 platos a una digital, presentada en código QR, de alrededor de 50. Asimismo, cambió el tradicional «calor humano» por el pedido de «distancia social».
«Hagamos el esfuerzo de venir a consumir, y de esta manera ayudarnos a salir adelante, para que esta cadena productiva se vuelva a reactivar», pidió Perret.
GENERAR CONFIANZA
Una de las primeras tareas que tiene el sector de hostelería, en esta nueva etapa post-confinamiento, es generar confianza.
Para Vladimir Seminos, jefe de operaciones de la cadena de restaurantes Las Tinajas, «la confianza va a ir no tanto por lo que puedas decir. Esa confianza se traduce en las acciones que se tomen. Hay que poner en evidencia que estamos cumpliendo los protocolos», anotó.
«La confianza se genera aplicando bien los protocolos y capacitando al personal, pero también a los comensales, para que tomen las precauciones debidas» agregó.