La pandemia de la COVID-19 tiene al borde del colapso económico a los clubes ecuatorianos. Esto ha obligado a sus directivos y Ligapro a intentar reanudar el torneo a partir de julio próximo.
En un encuentro virtual que sostuvieron el miércoles los responsables de los equipos profesionales con la LigaPro, resolvieron reanudar la competencia.
Claro está, para ello deberán tener las respectivas autorizaciones por parte de las autoridades gubernamentales. No obstante, se intentará que la fórmula elegida ayude a paliar la crisis económica que ha dejado la emergencia sanitaria.
Los diferentes puntos de vista de los dirigentes
El directivo del Macará de Ambato, Miller Salazar, aseguró que las arcas de su club «están prácticamente vacías». También afirmó que no se ha llegado a un acuerdo para la reducción de salario del personal.
El Nacional, por su parte, como consecuencia de la paralización del torneo, redujo hasta en un 50 por ciento los sueldos de su plantilla. Sin embargo, tres de sus jugadores se resisten a la reducción y de no llegar a un acuerdo se les dará facilidad para la salida del club.
«Tendremos reunión de Directorio donde tomaremos la decisión sobre los tres jugadores que no están de acuerdo y si la decisión de ellos es salir de la institución, pues les daremos su carta pase», sostuvo la presidenta del Nacional, Lucía Vallecilla.
El presidente de LigaPro, Miguel Ángel Loor, considera urgente la reanudación del torneo sin la presencia de aficionados. Pero también insiste en que se tome todas las precauciones sanitarias para evitar contagios de los protagonistas de los encuentros.
Algunas decisiones que dejó la reunión de LigaPro
Los directivos decidieron reanudar los entrenamientos desde el próximo 8 de junio pese a la pandemia, cumpliendo los protocolos sanitarios, lo que generará más gastos.
«Para aprobar lo del protocolo necesitamos conocer cuál será la inversión que debemos hacer para cumplir con todos los requerimientos», expresó por su parte Karina Chango, directiva del Mushuc Runa.
Como consecuencia de la crisis económica se ha propuesto cambiar la modalidad con la que arrancó el torneo. Así, el todos contra todos en 30 jornadas, de las que se disputaron 4 y 2 encuentros de la quinta, quedaría apeado.
La reducción de gastos daría paso a un nuevo escenario de dos octogonales para juntar y enfrentar a equipos por las cercanía de sus ciudades.
En ese orden, el octogonal tendría a los cinco clubes quiteños: Aucas, El Nacional, Independiente del Valle, Liga de Quito, Universidad Católica. A ellos se sumarían los tres de Ambato, Macará, Mushuc Runa y Técnico Universitario.
El otro grupo estaría formado por los tres equipos de Guayaquil, Barcelona, Emelec, Guayaquil City. Desde Manabí se sumarían Delfín y Liga de Portoviejo. El cuadro lo completarían Orense, de Machala, Deportivo Cuenca, de Cuenca, y Olmedo, de Riobamba.
Los directivos tienen previsto reunirse el próximo 15 de junio para tomar la decisión final de si ratifican el sistema de torneo con el que arrancaron la actual temporada o si lo cambian por los octogonales dependiendo del nivel de la pandemia.