El juez Pedro Troya Aldaz dejó en libertad a Jonathan Fabricio P. O., alias ‘Coliflor’, y a Eduardo Fernando B. V., al sustituir la prisión preventiva por la presentación periódica ante los operadores de Justicia, la prohibición de salida del país y el uso de un grillete electrónico.
La Fiscalía los imputó, junto a otras tres personas, por el secuestro extorsivo con resultado de muerte de Miguel Ángel Nazareno, conocido como “Don Naza”.
La resolución se anunció de forma virtual durante la reinstalación de la audiencia de revisión de medidas solicitada por los dos procesados.
El Juez de Garantías Penales decidió este cambio asegurando que Fiscalía no recolectó suficientes elementos de convicción en la etapa de instrucción fiscal, para mantener a los involucrados con prisión preventiva.
Esto, pese a haberle hecho conocer al Juez varios elementos que la Fiscalía levantó en esta etapa procesal.
Pese a todos los elementos que hacen presumir la participación de los procesados en el ilícito, el Juez sustituyó las medidas cautelares privativas de la libertad que pesaban sobre ellos.
Es preciso recapitular que en este caso están procesadas cinco personas: Jonathan P., Eduardo B., Jefferson M., Walter S. y José M., los dos últimos se encuentran prófugos.
Información adicional
Jonathan Fabricio P. O. registra en el periodo 2016-2022, quince procesos por robo, asociación ilícita, delincuencia organizada, homicidio, entre otros.
Contexto del caso
El cuerpo de Miguel Ángel Nazareno fue encontrado sin vida la mañana del 14 de abril en un camino de tercer orden de la parroquia de Amaguaña.
Según testigos, él estaba vinculado a una red de captación ilegal de dinero denominada “Big Money”.
El protocolo de autopsia reveló que presentaba una herida de arma de fuego en su pierna izquierda. Esto le perforó la femoral, por lo que murió a causa de una hemorragia aguda externa.
Según la teoría de la Fiscalía, Jonathan P., Eduardo B., Jefferson M., Walter S. y José M. habrían planificado y ejecutado el secuestro de Miguel Ángel Nazareno.
La víctima habría opuesto resistencia al secuestro, por lo que un hombre le disparó en su pierna izquierda.
Su cuerpo fue trasladado a un inmueble del barrio Santo Tomás de Cutuglagua, para luego ser arrojado en una zona rural, al suroriente de Quito.