Latinoamérica. Fueron dos mujeres y ambas llevan meses en la primera línea de lucha contra el nuevo coronavirus.
La enfermera mexicana María Irene Ramírez y la técnica en enfermería chilena Zulema Riquelme se convirtieron el jueves en las primeras personas en América Latina en recibir la vacuna contra COVID-19. La inoculación de ambas fue transmitida en directo por televisión en Chile y México.
“Es el mejor regalo que pude haber recibido en el 2020”, dijo Ramírez, de 59 años, jefa de Enfermería en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital “Rubén Leñero” de Ciudad de México. Luego de vacunarse regresó a sus labores. “Sí tenemos miedo, pero tenemos que seguir adelante porque alguien tiene que darle frente a esta lucha”, indicó.
Riquelme, de 42 años y que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital “Dr. Sotero del Río” de Santiago, llamó a todos a inocularse. “Entiendo que la gente esté desconfiada, es algo nuevo, pero hay que tener fe… Que se vacunen lo antes posible”, señaló.
El presidente chileno Sebastián Piñera, de 71 años y que recibió las vacunas en el aeropuerto, presenció la inoculación de Riquelme y comentó que “cuando me corresponda, sí me voy a vacunar”. Los adultos mayores chilenos recibirían sus dosis en el trascurso del primer trimestre de 2021.
México recibió el miércoles un lote de 3.000 dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, con lo que se convirtió en el primer país de América Latina en obtenerlas. El jueves muy temprano fue el turno de Chile, que recibió las primeras 10.000 dosis del antiviral estadounidense.
Unas horas más tarde, Argentina recibió procedentes de Rusia 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V. Las dosis tendrán un plazo de entrega de 12 horas para el área metropolitana de Buenos Aires y de 24 horas para capitales de provincias del resto del país y estarán destinadas al personal de salud. Hasta el momento nadie se ha vacunado en ese país.
El presidente argentino Alberto Fernández dijo hace unos días, cuando anunció que el gobierno había firmado un contrato con Rusia para adquirir la vacuna, que serán inoculadas unas 300.000 personas antes de fin de año y 10 millones entre enero y febrero.
En los tres países, donde las vacunas seguirán llegando progresivamente, los primeros en ser vacunados masivamente será el personal de salud que trabaja directamente con los pacientes de COVID-19. El proceso de inoculación será voluntario y gratuito.
La vacuna de Pfizer cuenta con la aprobación de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y de sus símiles locales.
México pactó con Pzifer la compra de 34 millones de dosis, Chile 10 millones, otros 10 millones de la vacuna china Sinovac y cifras similares con otras farmacéuticas, mientras Argentina negocia para destrabar la adquisición de la vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer y de su socio alemán BioNTech.
El ministro de Salud de Chile, Enrique París, dijo que “somos el primer país de Latinoamérica que tiene más dosis de vacunas por cantidad de habitantes”. Añadió que “no queremos hablar de triunfalismo ni de que somos un país exitoso, de hecho estamos colaborando y vamos a colaborar con otros países que necesiten vacunar a su población”.
Argentina tiene más de 1,5 millones de contagiados y supera los 42.000 fallecidos, le sigue México con más de 1,3 millones de infectados confirmados infectados y casi 120.000 muertos. Chile registra 594.000 contagiados y 16.000 fallecidos.
En los tres países están repuntando los contagios, aunque de forma un poco más leve en Chile, y se teme la llegada de una segunda oleada de la pandemia. México espera tener vacunada a su población en el transcurso de 2021: Chile planea inocular a 15 de sus 19 millones de habitantes a fines del primer semestre.