El presidente electo de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció este lunes su intención de llevar a cabo «la regularización más amplia» de la migración venezolana a su país, porque dijo que hay que ser «coherente» a la hora de pedir un trato igual para los ecuatorianos en el extranjero.
«Las políticas migratorias tienen doble vía: defender a los ecuatorianos en países como EE.UU., en Europa, España, Italia, pero a la vez también actuar humanitariamente con los venezolanos que han llegado a Ecuador», dijo en un encuentro con medios extranjeros tras su victoria del domingo ante el correísta Andrés Arauz.
Y aseguró que promoverá desde su Gobierno «la regularización más amplia de aquellos venezolanos que están en Ecuador», unos 400.000 de los más de 1,7 millones que han pasado por el país andino desde 2016, la gran mayoría aún sin un estatus regularizado.
Además, en algunos casos han aflorado todo tipo de problemas de racismo debido a su condición y a la falta de trabajo en momentos de crisis.
Para el político centroderechista, la migración venezolana es equiparable a la de los ecuatorianos que abandonaron el país en distintos momentos de la turbulenta historia económica, política y social de Ecuador, por lo que insistió en una dosis de «coherencia» al abordar el tema.
«No podemos ser tan incoherentes de pedir un buen trato para los ecuatorianos que viven en el exterior y maltratar a los extranjeros que viven en Ecuador. Tenemos que ser coherentes y consecuentes, esto es doble vía y en el caso de venezolanos trabajaremos de cerca con las Naciones Unidas», apuntó al hablar de un encuentro internacional en junio en el que hará sus planteamientos.
Y en el caso de los ecuatorianos, afirmó que su primera acción de Gobierno será «promover la economía, la inversión y generar empleo para que los ecuatorianos no emigren se queden en Ecuador y consigan alcanzar los sueños aquí».
MADURO NO, GUAIDÓ SÍ
En la misma oportunidad, se refirió también a la que será su política hacia el régimen de Nicolás Maduro, un régimen del que Ecuador estuvo muy cerca durante la presidencia de Rafael Correa (2007-2017) pero del que se alejó durante la de Lenín Moreno.
«Venezuela no vive en una democracia hoy, es una realidad que 50 países desconocen al Gobierno de Maduro y reconocen a Juan Guaidó como legítimo presidente de Venezuela. Pero más allá de declaraciones debemos llegar a una práctica real, de que quien gobierne Venezuela tenga realmente el poder y ahí hay un tema pendiente».
Pero puntualizó que a su investidura «no invitaré a Maduro sino a Juan Guaidó» y que, con ello, «responde a todos las preguntas» sobre su posicionamiento.
EFE