Debido a la pandemia originada por el COVID-19, los hábitos y conductas de la población ha cambiado, desencadenando nuevos estilos de vida donde el estrés, la falta de sueño, la angustia, ansiedad y poca actividad física se han convertido en los factores predominantes en varias personas alrededor del mundo, que, frente a la nueva realidad, con el teletrabajo, educación a distancia, falta de contacto físico con seres queridos, pueden causar graves daños a la salud tanto física como mental.
A lo largo de los años, se ha conocido que una adecuada alimentación, variada y equilibrada, complementada con compuestos nutricionales como vitaminas, antioxidantes, minerales, entre otros nutrientes, combinada con actividad física, mejoran y fortalecen el sistema inmune y su efectivo funcionamiento, protegiendo al cuerpo humano de infecciones, bacterias o virus.
En este sentido, las personas que gozan de un buen estado de salud y un sistema inmunológico funcionando correctamente, pueden afrontar de mejor manera cualquier tipo de enfermedad.
La doctora Alegría Dávalos, Médica Nutrióloga, menciona que: “hoy, más que nunca, por el COVID-19, es importante que las personas mantengan un buen estado general de salud, el cual se consigue mediante las medidas ya implementadas como, el lavado de manos, higiene en los espacios que ocupamos, pero también a través de una dieta balanceada y actividad física en casa”.
Para mantener las defensas óptimas, y el adecuado funcionamiento de todos los órganos y sistemas, existen suplementos vitamínicos que se pueden consumir como un complemento diario a la dieta.
Sin embargo, no todas las personas pueden o deben tomar el mismo tipo, ya que hay suplementos vitamínicos especialmente para cada condición, por ejemplo:
- Multivitamínicos: incluyen dosis justas de varios oligoelementos para quienes presentan síntomas inespecíficos como cansancio y estrés. Contienen vitaminas y minerales necesarios y junto con ingredientes naturales como té verde, arándanos, licopeno, ginseng coreano, etc., fortalecen las defensas, salud ósea, aportan al cuidado de la piel y cabello, previniendo el envejecimiento prematuro, el deterioro cognitivo y estimulando la función cerebral.
- Vitamina D3: es fundamental en la salud de los huesos, dientes, músculos y sistema inmune y puede usarse para prevenir enfermedades infecciosas.
- Calcio + Magnesio + Zinc + Vitamina D: ayudan a combatir la osteoporosis causada por una disminución de la masa ósea y a reducir el riesgo de fracturas a edades avanzadas.
- Colágeno: es el principal componente estructural del cartílago de las articulaciones. Su consumo ayuda a prevenir la aparición de osteoporosis y artrosis, protege el cartílago de las articulaciones, aportando flexibilidad y fortaleciendo los huesos y músculos, favorece la elasticidad de la piel.
- Complejo B: las vitaminas que componen el complejo B son importantes para las funciones cerebrales, participan en los procesos de generación de energía, ayudan a mejorar la concentración, combatir los síntomas del estrés y disminuir el cansancio mental.
- DHA: está directamente relacionado con la memoria y función cognitiva. Contribuye a mantener la salud cerebral en adultos y adultos mayores. Ayuda a reforzar la memoria y concentración, previniendo el deterioro cognitivo funcional.
- Vitamina E: es la encargada de mantener y proteger las paredes celulares, además de tener una función antioxidante, ayuda a hidratar la piel, manteniéndola suave y tersa. También puede tener un uso cardiovascular, ya que ayuda a disolver la placa formada por grasa que se acumula en las paredes arteriales.
- Omega 3,6 y 9: son ácidos grasos que sirven como fuente de protección para la salud cardiovascular y ayuda a disminuir los niveles de Triglicéridos, Colesterol y LDL en sangre.
- Cranberry: contiene arándano rojo ideal para combatir infecciones de las vías urinarias. En algunos casos, puede funcionar como un complemento a los tratamientos antibióticos tradicionales para este padecimiento ayudando a acidificar el pH de la orina.
- Aceite de pescado: contiene Omega 3, reconocido por los benecitos de protección cardiovascular y por ayudar a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos. Brinda una protección adicional en personas con hipertensión arterial.
- Biotina: favorece el crecimiento de los tejidos de rápida reproducción, como el pelo y mejora la resistencia y durabilidad de las uñas.
- Ginseng Coreano y Jalea Real: ayudan a combatir el cansancio y el estrés. Incrementan el rendimiento físico y cognitivo y refuerzan las defensas en situaciones de fatiga o esfuerzo.
Las vitaminas son esenciales para la vida y benefician a muchas personas de acuerdo a las necesidades y demandas de cada organismo.
Para la doctora Dávalos, es indispensable evaluar las necesidades individuales para establecer los suplementos necesarios. De igual manera, advierte que, su ingesta no es suficiente si no se lleva un estilo de vida activo y saludable, por eso se convierten en un complemento para el día a día.
Hay factores externos fundamentales sobre los que las personas pueden actuar, como:
- Llevar una alimentación variada compuesta por todos los nutrientes como proteína, carbohidratos, grasas, fibra, vitaminas, minerales, entre otros, en porciones adecuadas, garantizará un buen equilibrio interno del sistema inmunológico. Los mejores nutrientes los encontramos en la comida real como en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y proteínas magras como el pollo, huevo, pescado, entre otros.
- Evitar la ingesta de alcohol, azúcar y comida procesada o rápida.
- Evitar el consumo de tabaco, ya que está comprobado que altera el funcionamiento de las células inmunológicas.
- Mantener una rutina de ejercicio regular diaria, de aproximadamente 30 minutos, contribuirá con el alivio del estrés y mejorará la movilidad, el equilibrio y la fuerza del cuerpo.
Finalmente, reitera que, siempre debemos estar pendientes de las señales que emite nuestro organismo, a través de la piel, uñas, cabello, etc., ya que así, podremos seleccionar los mejores alimentos o suplementos vitamínicos para sentirnos y vernos saludables.
Fuente: Fybeca