Las cifras de muertes violentas en la Zona 8, que incluye a Guayaquil, Samborondón y Durán, se han triplicado en los últimos 2 años alcanzando niveles insospechados.
Incluso el grado de violencia que en la actualidad se evidencia en estos asesinatos, evoca a las prácticas más comunes de los cárteles de droga mexicanos.