Un año después de que el Covid-19 fuera declarado una pandemia mundial, la segunda Encuesta de Crisis Global de PwC analiza la respuesta de la comunidad empresarial a la crisis global más disruptiva en la historia.
Más de 2800 líderes empresariales compartieron datos y opiniones, representando a distintas organizaciones, en 29 industrias de 73 países.
La primera encuesta, publicada en 2019, reveló que el 95% de los encuestados esperaba una crisis en los próximos dos años, pero no una pandemia, situación que no constaba dentro de las amenazas que los líderes empresariales decían temer.
El año pasado ha puesto en manifiesto que el reto de la gestión de crisis no consiste en predecir el futuro, sino en hacer frente a lo imprevisible.
Las empresas deben centrarse en construir una base de resiliencia para enfrentar lo que venga.
Prepararse para una crisis
Basándose en los resultados de la encuesta, PwC ha recopilado tres formas en que las empresas pueden prepararse mejor para una crisis:
- Diseñar un plan estratégico de respuesta a la crisis para movilizarse rápidamente, estabilizar las operaciones comerciales y responder eficazmente a las ondas de choque de la disrupción.
Revise y perfeccione su respuesta en tiempo real y en evaluaciones posteriores a la acción. Incorpore lo que está aprendiendo para salir fortalecido de esta crisis y estar listo para lo que viene después.
- Romper los silos. Un programa integrado es esencial para ejecutar una respuesta exitosa a la crisis. Examine su panorama de resiliencia existente y establecer una gobernanza en torno a ella al más alto nivel, designando a un líder para «patrocinar» el programa de resiliencia y creando un comité directivo para supervisar la financiación y los recursos.
- Fomentar la resiliencia como un factor cultural, no sólo para tener éxito, sino para sobrevivir. Tres de cada cuatro empresas confían en que pueden integrar con éxito lo que han aprendido durante la crisis y fortalecer su resiliencia organizacional.
La resiliencia en las organizaciones
“Posicionar la resiliencia organizacional como un paraguas sobre sus competencias centrales, en su tecnología, operaciones, datos, fuerza laboral y dominios financieros, es fundamental.
Además de crear los planes, protocolos y capacitaciones correctos, le permitirá estar mejor equipado para lanzar una respuesta coordinada ante cualquier eventualidad” mencionó Gonzalo Argandoña, Socio Líder de Consultoría Empresarial y Finanzas Corporativas.
La encuesta de PwC revela que, incluso con un equipo de crisis bien definido, las organizaciones necesitan un programa de gestión de crisis ágil que pueda adaptarse para abordar diversos tipos de interrupción.
Sólo el 35% de las organizaciones tenía un plan de respuesta a la crisis que era «muy relevante».
Lo que significa que la mayoría de las organizaciones no diseñaron sus planes para ser «agnósticas a la crisis», un sello distintivo de una organización resiliente.
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Uno de los hallazgos más significativos revela que 7 de cada 10 organizaciones planean aumentar su inversión en la construcción de resiliencia; y entre los líderes de riesgo, ese número llega a nueve de cada 10.
Los líderes empresariales reconocen que una base de resiliencia puede marcar la diferencia entre flaquear o prosperar.