La pandemia de COVID-19 sigue causando estragos en esferas sociales, económicas y políticas de todo el mundo a pesar del desarrollo de varias vacunas que combaten los contagios.
Precisamente el inicio de la vacunación masiva en varios países del mundo fue visto como una luz al final del túnel y que la pandemia de COVID-19 terminara pronto para poder retomar la normalidad que antes de marzo 2020 reinaba.
Pero casi al mismo tiempo del desarrollo y obtención de vacunas que funcionen también aparecieron variantes del coronavirus que obligan a la población a recluirse y reforzar las medidas de seguridad.
Hans Kluge, director regional europeo de la Organización Mundial de la Salud, dijo que sin duda se trata de una situación paradójica que «causa tensión, angustia, fatiga, y confusión entre las personas».
Varios países buscan la forma de contener los efectos del COVID-19 en su población y en varios de ellos la vacunación masiva ya empezó con la finalidad de inmunizar a la gran mayoría de las personas.
En Ecuador, las primeras ocho mil vacunas llegaron y se empezó la inoculación de los trabajadores de hospitales de primera línea, pero aún faltan muchas dosis más para proteger a grupos vulnerables como personas de la tercera edad y trabajadores expuestos a un probable contagio.