La pandemia por el coronavirus impidió que varios niños, niñas y adolescentes puedan acceder a la educación y, además, fomentó el trabajo infantil. Según el Gobierno, a nivel nacional 90 000 estudiantes dejaron de estudiar.
La situación económica y la falta de dispositivos electrónicos impide que los niños, niñas y adolescentes continúen sus actividades académicas. Por ello, muchos tiene la necesidad de aportar a la economía de su hogar.
Sin embargo, muchos mantienen las esperanzas y determinación para cumplir sus sueños y prepararse con el objetivo de tener una estabilidad y ayudar a sus familiares.
En las calles de Guayaquil, durante la pandemia, se ha intensificado el trabajo infantil. La presencia de menores en los semáforos aumentó. Asimismo, ciudadanos extranjeros con sus hijos pequeños vender diferentes productos en las calles para cubrir sus necesidades.
La ministra de Educación, María Brown, asegura que esta problemática va en aumento. Brown indica que «los índices de pobreza son, sin lugar a dudas, un elemento que obliga a las familias» a interrumpir la educación de los menores.
A nivel nacional, 90 000 niños, niñas y adolescentes han abandonado sus estudios durante la pandemia. Las provincias con mayor tasa de abandono escolar son Morona Santiago, Esmeraldas y Santo Domingo.
Más detalles sobre el trabajo infantil en el siguiente video:
