La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) dio a conocer que el sistema de evaluación de riesgos de impacto Scout demostró una gran precisión en el descubrimiento de un asteroide antes de que impactara la atmósfera de la Tierra.
Con el Scout, el objetivo de NASA es realizar un seguimiento de cuerpos celestes y “calcular sus trayectorias para tener muchos años de anticipación antes de un impacto potencial”, según informa la agencia en su portal web.
El pequeño asteroide que chocó con la atmósfera terrestre
El instituto espacial explicó que recientemente el sistema alertó sobre el pequeño asteroide 2022 EB5; hasta la fecha, apenas el quinto asteroide identificado antes de impactar en la atmósfera.
Scout predijo, según la NASA, de forma exacta el curso de colisión, dónde y cuándo ocurriría el impacto, antes de que el asteroide golpeara la atmósfera de la Tierra sobre el Mar de Noruega y se desintegrara el pasado 11 de marzo de 2022.
Aunque el asteroide era muy pequeño para representar un riego significativo para el planeta, su descubrimiento muestra la efectividad del sistema de evaluación de riesgos de impacto.
La NASA informó que tan pronto como Scout determinó que el 2022 EB5 iba a golpear la atmósfera de la Tierra, el mismo sistema alertó al Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) y a la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, y marcó el objeto en su página web para notificar el objeto cercano a la Tierra a la comunidad observadora.
Una base de datos de posibles impactos
Mantenido por el CNEOS en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en el sur de California, Scout busca automáticamente en la base de datos del Centro de Planetas Menores posibles nuevos impactos a corto plazo.
El CNEOS calcula todas las órbitas conocidas de asteroides cercanos a la Tierra para mejorar las evaluaciones de peligro de impacto en apoyo de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria.
“Scout tenía solo 14 observaciones durante 40 minutos desde un observatorio para trabajar cuando identificó por primera vez el objeto como un ‘impactador’. Pudimos determinar las posibles ubicaciones de impacto, que inicialmente se extendieron desde el oeste de Groenlandia hasta la costa de Noruega”, dijo Davide Farnocchia, ingeniero de navegación en JPL que desarrolló Scout, citado en el comunicado.
“A medida que más observatorios rastrearon el asteroide, nuestros cálculos de su trayectoria y ubicación del impacto se volvieron más precisos”, apuntó.
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A partir de las observaciones del asteroide a medida que se acercaba a la Tierra y la energía medida por los detectores de infrasonidos en el momento del impacto, se estima que 2022 EB5 tenía un tamaño de aproximadamente 2 metros.
Los pequeños asteroides de este tamaño se vuelven lo suficientemente brillantes como para ser detectados solo en las últimas horas antes de su impacto (o antes de que se acerquen mucho a la Tierra). Son mucho más pequeños que los objetos que la NASA le encarga a la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria que detecte y advierta.
“Los asteroides diminutos como 2022 EB5 son numerosos e impactan en la atmósfera con bastante frecuencia, aproximadamente cada 10 meses más o menos”, cita el comunicado a Paul Chodas, director de CNEOS en JPL.
Chodas también aclaró que muy pocos de estos asteroides han sido realmente detectados en el espacio y observados extensamente antes del impacto, “básicamente porque son muy débiles hasta las últimas horas, y un telescopio de exploración tiene que observar el lugar correcto del cielo en el momento adecuado para uno para ser detectado”.
Los expertos coinciden en que un asteroide más grande con potencial de impacto peligroso sería descubierto mucho más lejos de la Tierra.
El objetivo de la NASA es realizar un seguimiento de dichos asteroides y calcular sus trayectorias para tener muchos años de anticipación antes de un impacto potencial en caso de que se identifique uno.