Los hispanos –y las minorías raciales en general–, las mujeres y otros grupos marginados son probablemente quienes más preocupados se muestran por la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk y su aparente intención de admitir todo tipo de expresiones en esa plataforma.
Temen que la ausencia de filtros dé piedra libre a los sectores que propagan el odio, el hostigamiento y la desinformación, una posibilidad que no parece inquietar a Musk.
¿Posible éxodo masivo de la plataforma?
De todos modos, incluso las personas que han sido blanco de expresiones de intolerancia dicen que no piensan dejar de usar la plataforma, porque valoran la oportunidad que les da de expresarse y de contactarse con otros.
Esto podría explicar por qué a Musk le importan tan poco las potenciales consecuencias de una libertad de expresión total. Las empresas que compran publicidad –que representan el 90% de los ingresos de Twitter–, sin embargo, tal vez no piensen lo mismo.
Renee Bracey Sherman, activista de raza mixta defensora del derecho al aborto, dice que recibe numerosas críticas previsibles en Twitter y de vez en cuando mensajes deseándole la muerte, fotos de fetos abortados y, hace poco, una foto de alguien parecida a ella presentada como una nazi.
“Es un montaje del odio, sangre y violencia”, dijo Bracey Sherman.
El temor a los mensajes de odio
Si bien hay gente que amenaza con dejar de usar Twitter por Musk, otros, como Bracey Sherman, afirman el tema no es tan sencillo. No pueden dejar de usar Twitter y pretender que sus seguidores se vayan con ellos.
Para atenuar los mensajes de odio, Bracey Sherman bloquea a miles de personas y usa filtros que eliminan los mensajes más extremos. También informa a Twitter acerca de esas publicaciones, pero dice que la plataforma rara vez hace algo.
Twitter no respondió de inmediato a pedidos de comentarios.
La empresa dice que no admite hostigamientos ni intimidación dirigidos a sectores particulares, que puedan asustar a la gente y hacerla callar. Asegura que no tolera amenazas violentas.
Musk se describe como “un absolutista de la libertad de expresión”. En los tuits que envió a sus 85 millones de seguidores desde que Twitter aceptó su oferta de 44.000 millones de dólares el lunes pasado, dejó en claro que se propone ser mucho menos rígido en el control del contenido que circula por la plataforma y que no le inquietan las críticas que puede generar un contenido cuestionable.
Los contradictorios mensajes de Elon Musk
“La reacción tan extrema de los anticuerpos de quienes le temen a la libertad de expresión lo dice todo”, dijo Musk en un tuit el martes.
Juguetones, agresivos, hasta juveniles, los tuits de Musk le permiten venderse como un multimillonario osado, que no teme ofender a la gente. También podrían dar indicios de cómo piensa manejar la plataforma que espera adquirir.
El martes le apuntó a una de las principales abogadas de Twitter, involucrada en decisiones sobre el contenido. Esto hizo que algunos de sus seguidores publicasen mensajes racistas y misóginos sobre la abogada, Vijaya Gadde, nacida en a India y quien vino a Estados Unidos de niña.
Si bien las encuestas indican que todo el mundo es susceptible a ser hostigado, numerosos estudios revelan que las mujeres y las minorías tienen muchas más probabilidades de estar en la mira, algo que el propio Twitter admite. También son blanco de ataques las personas con incapacidades, las minorías religiosas y la comunidad LGBTQ.
El hostigamiento en redes sociales
Michael Kleinman, quien estudió el hostigamiento en las redes para Amnistía Internacional, dijo que si Twitter permite un contenido más odioso y abusivo, las personas afectadas podrían expresarse menos.
“Nadie se siente a salvo en una plaza pública en la que, apenas abres la boca, se te viene encima una turba hostil gritando obscenidades”, expresó Kleinman. “Eso no es una plaza pública. Es una arena”.
Brianna Wu entiende perfectamente lo que dice el experto. Ha recibido amenazas de muerte y de agresiones sexuales en Twitter desde el 2014, cuando creó un videojuego, Revolution 60, con mujeres como protagonistas. El hostigamiento fue parte de una campaña más amplia en contra de mujeres que crean juegos, conocida como GamerGate.
Desde entonces Wu ha estado trabajando con la gente de Twitter para mejorar la plataforma. Dijo que la “aterroriza” escuchar a Musk decir que va a eliminar muchos de los filtros creados.
“Luchamos mucho por mejorar la plataforma para las mujeres, la gente LGBTQ y las minorías”, manifestó Wu, quien es blanca y se identifica como bisexual.
De todos modos, Wu no piensa dejar Twitter. Excandidata a la Cámara de Representantes en Massachusetts, Wu dice que depende mucho de la plataforma para sus relaciones personales y profesionales.
“Me hice amiga de por vida de mucha gente en Twitter”, dijo Wu. “Me parece muy triste que para tener esa conexión humana, deba lidiar nuevamente con un hostigamiento que golpea y sofoca tu humanidad”.
La escritora de libros de historietas Kelly Sue DeConnick, que promueve la igualdad de género y ha soportado hostigamiento en las redes, dice que esperará a ver qué hace Musk antes de decidir si se va o se queda en Twitter.
Amenazas de abandonar Twitter
“Si se convierte en un sitio donde la gente se grita de todo, se insulta y le desea lo peor a los demás, me voy”, advirtió DeConnick.
Bridget Todd, portavoz de UltraViolet, una organización que combate toda forma de discriminación, dice que ya no usa Twitter tanto como antes, por más de que haya reducido el contenido hostil.
Agregó que le preocupa mucho el que Musk elimine los filtros que bloquean el contenido hostil, que considera de por sí inadecuados, pero que no piensa dejar de usar la plataforma.
“Nuestras voces tienen mucha fuerza en plataformas como Twitter”, expresó.
Evan Feeney, director de campañas de Color of Change, una organización digital que busca mejorar la vida de los afroestadounidenses, opinó que el llamado de Musk a eliminar filtros en Twitter es “algo alarmante” y pronosticó más ataques a las personas de raza negra, sobre todo las mujeres.
“Nunca es bueno cuando un multimillonario que mezcla la libertad de expresión con la libertad para hacer daño controla una de las plataformas de redes sociales (más grandes) del mundo”, declaró.
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#NUEVO | Tras la compra de #Twitter, Elon Musk vendió unos USD 4.000 millones en acciones de #Tesla. https://t.co/99A8Fx5BKA pic.twitter.com/JRBZeMTm4Z
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