Pasará tiempo hasta que se deje de hablar de la bofetada de Will Smith en la gala de entrega de los Oscar.
La polémica generada al respecto, destaca que el aspecto que luce la esposa de Will Smith no es una opción personal.
Es consecuencia de problemas de salud que la también actriz, de 50 años, hace tiempo que compartió con el público.
De hecho, Jada Pinkett-Smith nunca ha ocultado sus problemas con la alopecia.
En 2018 se había hecho notable el uso cada vez más habitual que la actriz hacía de turbantes para cubrir su cabeza.
Por ello, decidió explicar públicamente a través de sus redes sociales que la causa no era otra que la pérdida de cabello.
Al principio no conocía el origen de la caída del pelo, pero ya ha contado que se trata de un trastorno autoinmune, que ataca sus folículos pilosos, lo que provoca la calvicie.
De esta manera, la actriz ha querido normalizar una situación que afecta a millones de personas en todo el mundo.
De hecho la calvicie femenina se suele asociar con la quimioterapia, aunque suele tener otras causas.
Jada Pinkett-Smith eligió el pasado diciembre su perfil en Instagram, donde cuenta con once millones de seguidores, para compartir un vídeo en el que explicaba con detalle el origen de su problema con la alopecia.