Lissa Ann, exestrella del porno, le exige al flamante dueño de Twitter, Elon Musk, que prohíba el contenido sexual en la red social. La actriz de 50 años acusó al gigante de internet, en un episodio de su podcast, de ser «el mayor distribuidor de contenido ilegal a menores”, por lo que insta a que se tomen medidas para proteger a los niños.
«Algo que realmente espero que Elon Musk dé un paso adelante y diga: Ya no estamos haciendo esto, y si lo hacemos, tendrás que entrar en tu cumpleaños, tendrá que haber una situación de identificación,’ habrá niveles para esta ‘mierd*’, eso es lo que espero», dijo. Enseguida, Ann aclaró que no había una contradicción entre su mensaje y su carrera como estrella de cine pornográfico.
«Sí, he hecho porno durante muchos años de mi vida, y no estoy ocultando mi pasado como la gente me dice todos los días en las redes sociales cuando estoy usando ropa, ¿Por qué estás tratando de negar tu pasado? Tú eres esto, tú eres aquello», dijo. «No lo soy, solo estoy evolucionando, y todos podemos evolucionar», remarcó.
Con cientos de videos porno en un sinnúmero de plataformas en internet, Ann dijo que su desprecio por el porno en las redes sociales “no tiene nada que ver” con la pornografía en general. “Aparte del hecho de que lo estás compartiendo en plataformas que no tienen puerta de edad”, agregó.
Lo cierto es que Twitter es una de las pocas redes sociales que permite la circulación de imágenes y videos porno con contenido explícito, con mínimas restricciones en cuanto a fotos de perfil, portada y feeds en vivo. Otras como Facebook e Instagram no permiten desnudez o contenido explícito en sus plataformas.
Por su parte Musk, de 50 años, está en proceso de comprar a los accionistas de Twitter y tomar la empresa privada después de que la junta directiva aprobó su oferta millonaria de compra. Aunque se prometen cambios en la plataforma con la llegada del multimillonario, no se ha anunciado cambios sobre restricción de contenido y, al contrario, se ha hablado de quitar las medidas de censura en Twitter.
Fuente | The New York Post/