La energía fotovoltaica se está convirtiendo en una opción económica para grandes industrias en el país. Además del ahorro, es una energía limpia que permite a las empresas mejorar su huella de carbono y conseguir certificaciones ambientales para sus productos.
Por estar en la mitad del mundo, el sol ilumina a nuestro país 12 horas constantemente los 365 días del año. Y a pesar de que la energía solar es una gran alternativa para producir energía eléctrica en Ecuador no se aprovecha como se debería este recurso gratuito e inagotable.
Sin embargo, esta situación está cambiando. Cada vez más empresas están haciendo una silenciosa y eficiente transición energética.
La energía solar es limpia y ayuda a los usuarios a reducir su huella de carbono. Y además por su bajo costo genera un importante ahorro.
Según Javier Alvarado, la transición energética ha tomado impulso del país gracias a un cambio en la normativa eléctrica que impulsa la generación fotovoltaica para autoabastecimiento de consumidores; eso sumado a otros beneficios como la implementación de medidores bidireccionales que evitan el desperdicio de energía.
En Ecuador hay varias empresas que ya están trabajando con energía solar. La ubicación geográfica hace una pequeña diferencia pero la capacidad de generación de todas maneras es importante.
No obstante, el país tiene que cumplir compromisos ambientales internacionales y seguir con una transición a energías limpias. El alumbrado, el transporte y muchas otras actividades pueden empezar a cambiar para darle un respiro al planeta.
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